Luego de recibir una costosa multa y que no se les brinde ninguna solución, los estudiantes de la Corporación Unificada Nacional (CUN) en Santa Marta cerraron con candados la entrada principal del plantel. Denuncian que no tienen dónde dejar sus motos y que la institución los ha dejado en la indefensión.

La paciencia se agotó. Este viernes, los estudiantes de la CUN en Santa Marta decidieron sellar con candados la entrada principal de la sede, en señal de protesta por la falta de parqueaderos y las multas que han recibido por estacionar sus motocicletas en los andenes cercanos.

“Esta sanción costosa fue lo último. No podemos ser castigados por algo que no depende de nosotros”, dijo uno de los manifestantes mientras colgaba el candado en la reja.

La tensión viene acumulándose desde hace dos años, cuando la institución implementó una medida que prohíbe el ingreso de motocicletas al interior del plantel, orden emitida desde la dirección jurídica y administrativa en Bogotá. Desde entonces, los estudiantes no tienen dónde parquear. Los alrededores del edificio carecen de zonas autorizadas y los parqueaderos privados cercanos son inaccesibles por sus altos costos.

La situación estalló el pasado 29 de octubre, cuando agentes de tránsito llegaron a la sede y comenzaron a tomar fotografías e imponer comparendos de 600 mil pesos a los jóvenes que habían dejado sus motos sobre el andén.

“Recibí un comparendo y no tengo cómo pagarlo. Además, la universidad no nos ofrece ninguna alternativa”, contó una estudiante afectada.

Pese a los reclamos presentados durante meses, la institución no ha ofrecido una solución efectiva. Los estudiantes aseguran que solo han recibido respuestas evasivas. “El líder regional no brinda solución absolutamente a nada, es el peor que ha tenido la regional en años”, dijo otro estudiante indignado.

La funcionaria Karen Martínez, del área de Bienestar Institucional, reconoció públicamente la dificultad y explicó que no existen espacios disponibles ni convenios cercanos que puedan resolver el problema. Sin embargo, los estudiantes consideran insuficiente la respuesta, pues siguen siendo sancionados sin tener dónde parquear.

El malestar aumentó al conocerse que, mientras la comunidad estudiantil enfrenta sanciones y restricciones, el administrador de la sede, Iván Perdomo, sí ingresa su motocicleta todos los días al interior del edificio, usando el espacio que antes servía como parqueadero para los alumnos y administrativos.

“Es una falta de respeto. Pagamos una matrícula alta y ni siquiera tenemos derecho a un espacio para dejar nuestras motos”, expresó un grupo de estudiantes durante la protesta.

La manifestación de este viernes es la muestra de una inconformidad que lleva meses creciendo y que ahora exige respuestas concretas. Los jóvenes piden que la CUN habilite un espacio interno o gestione un convenio externo para parqueo, y que se revisen las multas impuestas por una situación que, según ellos, “la misma institución provocó”.

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Hasta el cierre de esta edición, ningún directivo de la CUN había ofrecido una respuesta formal sobre las peticiones de los estudiantes ni sobre las acciones que se tomarán tras el cierre simbólico de la sede.