Pinedo anuncia que ya llegaron las bombas que solucionarán los rebosamientos de alcantarillas


Después de casi tres décadas de ríos de aguas residuales y malos olores, el alcalde anunció la llegada de las dos bombas que serán instaladas en la EBAR Norte, pieza clave de una obra de $31 mil millones con apoyo del Gobierno Nacional.

El alcalde Carlos Pinedo vive con emoción cada paso del que espera sea uno de los logros más importantes de su administración: la solución definitiva al colapso del sistema de saneamiento básico que por años ha afectado especialmente los barrios del norte de Santa Marta.

Con un mensaje entusiasta en su cuenta de X, Pinedo confirmó la noticia que muchos esperaban: las dos bombas importadas para la rehabilitación de la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR Norte) ya están en la ciudad. “¡Mi gente, seguimos avanzando! Ya llegaron a la ciudad 2 bombas, que son parte de la solución al problema histórico de rebosamiento de aguas servidas. Después de 28 años, junto al Gobierno Nacional, estamos rehabilitando la EBAR Norte, una obra que asciende a los $31 mil millones y es clave para poner fin a los vertimientos que por décadas nos han afectado”, escribió el mandatario.

El anuncio, más que técnico, tiene un valor simbólico. Durante años, los habitantes de los barrios del norte han convivido con aguas negras corriendo por las calles, olores insoportables y enfermedades asociadas a la falta de un sistema de alcantarillado eficiente. Cada temporada de lluvias, y ya hasta en verano la historia se repite: rebosamientos, inundaciones y desespe.

Por eso, la llegada de las bombas representa un nuevo comienzo. Pinedo, quien ha insistido en que su gobierno será recordado como el que le puso fin al drama sanitario de la ciudad, asegura que la obra ya avanza con recursos asegurados y acompañamiento técnico del Gobierno Nacional.

Aunque aún faltan etapas por ejecutar, el mandatario confía en que la instalación de los nuevos equipos será el primer paso para cerrar una herida urbana que Santa Marta arrastra desde hace casi tres décadas. “Esta vez, la solución no es una promesa. Ya está en marcha”, afirmó con optimismo.


¿Quieres pautar

con nosotros?