Guillermo Reyes, conocido con los alias de ‘Fabián’ o ‘Rodolfo’, fue abatido durante un operativo en Pedraza. Por años sembró el miedo en municipios del centro del Magdalena, donde controlaba extorsiones, narcotráfico y asesinatos.

Durante casi una década, el nombre de Guillermo Reyes se convirtió en sinónimo de miedo en el corazón del Magdalena. Bajo los alias de ‘Fabián’ o ‘Rodolfo’, este hombre logró consolidar una estructura criminal que operaba con mano de hierro en municipios como Pedraza, Zapayán y Tenerife. Nadie se movía sin su permiso; nadie hablaba sin correr riesgos.

Reyes no solo era un mando medio más del Clan del Golfo: era el jefe de la subestructura Sergio Antonio Carrascal Gómez, una célula conocida por su capacidad para infiltrar economías locales, imponer cobros extorsivos y ejecutar asesinatos selectivos. Su poder se basaba tanto en la violencia como en el control social que ejercía sobre las comunidades rurales, donde se presentaba como una especie de autoridad paralela.

De acuerdo con fuentes de inteligencia, ‘Fabián’ llegó al Magdalena hace varios años, enviado por los máximos cabecillas del grupo armado para recuperar territorios perdidos frente a otras organizaciones. Su primera tarea fue restablecer el control sobre las rutas del narcotráfico y las extorsiones a ganaderos, comerciantes y transportadores. Pronto se ganó fama por su crueldad: imponía castigos ejemplares a quienes desobedecían sus órdenes, y utilizaba la violencia como mecanismo de disciplina.

Las autoridades lo tenían en la mira desde hace tiempo, pero su movilidad, sus informantes y el uso de zonas rurales como refugio dificultaron su captura. Su caída se produjo finalmente en el corregimiento de Bomba, en zona rural de Pedraza, donde fue sorprendido por tropas del Ejército y de la Policía.

Al verse cercado, intentó escapar junto a sus escoltas, lo que desató un enfrentamiento armado que acabó con su vida.

Incautación de armas y elementos claves

En el sitio, los uniformados incautaron tres armas de fuego y un celular que, según la Policía, contiene información clave sobre la red criminal que lideraba. Dos de sus hombres de confianza fueron capturados y puestos a disposición de la Fiscalía.

La muerte de ‘Fabián’, aseguran fuentes judiciales, representa un golpe importante al Clan del Golfo en el Magdalena, aunque las autoridades advierten que aún quedan estructuras activas bajo el mando de otros jefes regionales.

En Pedraza, el nombre de Guillermo Reyes todavía provoca un silencio incómodo. Su historia es un recordatorio del poder que las economías ilegales siguen teniendo sobre las zonas rurales del departamento, donde la sombra del Clan del Golfo, pese a los golpes, aún no desaparece.