Obligada por la ley: Ángela Cedeño posesiona en la Asamblea a Pacheco y Mendoza tras semanas de resistencia


Tras semanas de maniobras, aplazamientos y presiones jurídicas, la presidenta Ángela Cedeño se vio obligada a dar posesión a los diputados César Pacheco Aarón y Pedro Manuel Mendoza Lobo, en reemplazo de Alberto María Gutiérrez y Margarita Guerra. El acto se realizó en medio de un fuerte operativo policial y con acceso restringido a la prensa.

El ambiente en la Asamblea del Magdalena fue de todo menos protocolario. Este jueves, bajo estricta vigilancia policial y con las puertas cerradas a buena parte de los medios, finalmente tomaron posesión los diputados César Pacheco Aarón y Pedro Manuel Mendoza Lobo, quienes llegan a ocupar las curules que durante meses fueron objeto de disputa política y judicial.

La presidenta de la corporación, Ángela Cedeño, que había resistido la posesión de ambos pese a los fallos judiciales, terminó acatando por obligación. No hacerlo habría significado enfrentar nuevas acciones legales en su contra, en un momento en que ya pesan sobre ella denuncias por presunto abuso de poder y desconocimiento de la ley.

La jornada transcurrió entre miradas tensas, gestos contenidos y un fuerte despliegue de uniformados en la entrada del recinto. Según varios asistentes, el ambiente era más parecido a una diligencia judicial que a un acto administrativo.

“Hoy la justicia se impuso sobre los caprichos”, dijo el diputado Yohan Pinedo, uno de los pocos que se pronunció públicamente tras el acto. “Pedro tuvo que esperar casi tres semanas y César más de dos para que se cumpliera algo tan básico como la ley. No se puede dirigir la Asamblea como si fuera un feudo personal”, añadió.

La diputada Linda Cabarcas también celebró el desenlace, aunque lamentó que el proceso haya tenido que llegar a instancias judiciales. “Es una tristeza que se haya tenido que acudir a los jueces para que se reconozca un derecho que estaba claro desde el primer momento. Pero hoy, al menos, se restablece el equilibrio en la corporación”, afirmó.

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Con la llegada de Pacheco y Mendoza, la Asamblea se reconfigura justo en un momento decisivo: en las próximas semanas deberá definir la elección del contralor departamental, la mesa directiva y el presupuesto de la Gobernación del Magdalena.

Sin embargo, las sesiones siguen suspendidas por orden judicial, lo que mantiene a la corporación en un limbo institucional.

Mientras tanto, la presidenta Cedeño enfrenta el desgaste político de haber estirado la cuerda hasta el límite, en un pulso que muchos dentro del recinto consideran una muestra de autoritarismo más que de liderazgo.

“Esta Asamblea necesita menos policías y más respeto por la ley”, lanzó otro diputado al salir del recinto, reflejando el sentir general de una jornada que más que un acto de posesión, fue una demostración del costo político que deja la terquedad del poder.


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