A punta de revocatorias, campañas intentan sacar del camino al Caicedismo en elecciones atípicas


Dos nuevas solicitudes de nulidad ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) intentan frenar la participación de Margarita Guerra, candidata de Fuerza Ciudadana a la Gobernación del Magdalena. El movimiento naranja enfrenta otra batalla jurídica a menos de un mes de las elecciones atípicas del 23 de noviembre.

A un mes exactamente para que los magdalenenses vuelvan a las urnas, el Caicedismo enfrenta otra ofensiva judicial. A punta de solicitudes de revocatoria, desde diferentes campañas intentan impedir que el movimiento Fuerza Ciudadana tenga participación en el debate electoral del 23 de noviembre, cuando se definirá quién asumirá la Gobernación del Magdalena tras la salida de Rafael Martínez.

La candidata del movimiento, Margarita Guerra Zúñiga, exdiputada y figura cercana a los líderes naranjas, ya suma dos solicitudes de nulidad ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).

La primera provino del abogado y también candidato Miguel “Mono” Martínez, cuya petición fue atendida por el Tribunal Administrativo del Magdalena, que admitió una acción de tutela presentada por Enrique Solaez de la Hoz contra el CNE por no darle trámite a la revocatoria de Guerra y del también diputado Noya, alegando doble militancia al no haber renunciado a sus curules un año antes de aspirar por otro partido.

A esta se suma ahora una segunda acción presentada por el abogado Andrés Felipe Hernández Quevedo, quien pidió al CNE la revocatoria de la inscripción de Guerra Zúñiga por presuntas irregularidades en la conformación de la coalición que respalda su candidatura.

Según el documento, el mecanismo de postulación de la terna para reemplazar al gobernador fue liderado por una persona sin la calidad de representante legal de un partido político con personería jurídica reconocida, lo que violaría los artículos 28 y 29 de la Ley 1475 de 2011.

“El país necesita procesos de inscripción transparentes y apegados a la ley. No se trata de quién gana o pierde, sino de respetar las reglas”, declaró Hernández, insistiendo en la necesidad de que las autoridades electorales revisen con rigor las postulaciones.

El Consejo Nacional Electoral deberá determinar ahora si las inconsistencias señaladas son de tal gravedad como para anular la inscripción de la candidata, lo que dejaría nuevamente al movimiento naranja por fuera de la contienda, como ya ocurrió en procesos anteriores.

Los golpes judiciales que afectaron a Fuerza Ciudadana

Fuerza Ciudadana no es ajena a este tipo de escenarios. En los últimos dos años, el movimiento ha sufrido duros reveses judiciales: perdió la personería jurídica tras una demanda, la inscripción de Jorge Agudelo a la Alcaldía de Santa Marta fue anulada junto con todos sus votos, y el propio Rafael Martínez fue inhabilitado tras un fallo por doble militancia que lo sacó de la Gobernación.

Para Martínez, líder visible del movimiento, lo que ocurre es una estrategia de la política tradicional para bloquear la voluntad popular.

“Estas decisiones se han tomado bajo presión. Como no pueden ganarnos en las urnas, buscan hacerlo en los despachos judiciales. Pero el pueblo del Magdalena sabe quiénes entregan resultados y quiénes viven de la politiquería”, expresó.

Margarita Guerra avanza con su campaña

Pese a los procesos en curso, el Caicedismo asegura mantenerse firme. Margarita Guerra continúa su agenda de campaña, confiada en que esta vez “no prosperarán las maniobras” que intentan frenar su aspiración.

“Saben que en las urnas nunca van a ganarnos, porque Santa Marta y el Magdalena despertaron. Representamos un proyecto con obras y resultados, no promesas vacías. Ellos que sigan buscando en los tribunales lo que ya perdieron en la gente”, sentenció Martínez.

Lea aquí: “A los traidores les daremos una paliza en las urnas”: Martinez asegura que Magdalena votará masivamente por Guerra

A la espera de las decisiones del CNE, el reloj electoral sigue corriendo. Mientras tanto, el movimiento naranja se prepara para otra batalla en la que, como ha ocurrido antes, el terreno judicial podría pesar tanto como las urnas.


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