“No me quemen la moto, es de mi mamá”: el ruego desesperado de ladrón atrapado por comunidad


El hombre fue golpeado tras ser sorprendido hurtando el espejo de una camioneta en el barrio Los Potros. Vecinos enfurecidos incendiaron la motocicleta en la que se movilizaba, mientras él suplicaba entre lágrimas que no la quemaran.

Un hombre gritando para pedir auxilio atrapó la atención de la gente en el barrio Los Potros, en el centro de Neiva. Se trataba de un presunto ladrón, acorralado por la multitud, que pedía clemencia mientras veía como destrozaban su motocicleta a pocos metros. “¡No me quemen la moto, es de mi mamá!”, alcanzó a decir una y otra vez, antes de ser reducido y golpeado por varios vecinos que lo señalaban de ladrón.

Según testigos, el individuo había sido sorprendido instantes antes cuando, con aparente calma, arrancaba el espejo retrovisor de una camioneta estacionada. Pero la rápida reacción de los habitantes de la zona impidió su huida. Lo persiguieron varias cuadras hasta que lograron detenerlo en plena vía pública, donde la tensión se desbordó.

Mientras unos lo golpeaban, otros dirigieron su furia hacia la motocicleta en la que se movilizaba. En cuestión de segundos, el vehículo fue rociado con gasolina y prendido en fuego. Las llamas se extendieron rápidamente, y pese a las súplicas del hombre, nada detuvo el castigo colectivo.

Minutos después, unidades del Cuerpo de Bomberos llegaron al lugar y lograron controlar el incendio. La Policía también hizo presencia, interviniendo para evitar que la situación pasara a mayores. El presunto ladrón fue capturado y trasladado bajo custodia para responder por el hurto.


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