La tragedia ocurrió en el barrio 20 de Abril. El pequeño José Daniel Navarro jugaba en su casa cuando convulsionó repentinamente y cayó al suelo. Pese a los esfuerzos de su familia por salvarlo, llegó sin signos vitales al hospital local.

El barrio 20 de Abril, en el municipio de Santa Ana, Magdalena, amaneció lleno de tristeza. No era un día cualquiera: el juego y la risa de un niño se apagaron para siempre. José Daniel Navarro, de apenas dos años, murió de forma repentina tras sufrir una convulsión que lo hizo caer y golpearse fuertemente la cabeza con el piso.

El hecho ocurrió la tarde del lunes festivo. Según contaron los familiares, el menor se encontraba jugando en su vivienda, cuando de repente comenzó a convulsionar. La escena fue de angustia y confusión: su madre trató de sostenerlo, los vecinos acudieron al escuchar los gritos, y todos intentaron reanimarlo mientras corrían contra el tiempo.

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En medio de la desesperación, lo trasladaron de urgencia al hospital local de Santa Ana. Cada minuto contaba, pero los médicos nada pudieron hacer. José Daniel llegó sin signos vitales. La noticia se esparció rápido por el pueblo y dejó un aire de tristeza que aún no se disipa.

“Era un niño alegre, siempre sonriente. Lo veíamos jugar todas las tardes”, dijo una vecina, con la voz entrecortada.

La muerte de un niño tan pequeño, tan inocente, sacudió a toda una comunidad que hoy solo pide fuerza para acompañar a una familia rota por el dolor.