El Comité Noruego reconoció a la líder opositora por su papel en la defensa de la democracia y los derechos civiles en Venezuela. La distinción la consagra como símbolo de resistencia ante un régimen autoritario.

La historia política de Venezuela sumó este viernes un nuevo capítulo con proyección mundial. María Corina Machado, líder opositora y defensora de los derechos humanos, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz, en reconocimiento a su lucha por la libertad y la construcción democrática en un país marcado por la represión y la crisis institucional.

El Comité Noruego del Nobel destacó que Machado logró unir a una oposición históricamente fragmentada, articulando una causa común basada en la exigencia de elecciones libres y en la defensa de un gobierno representativo. “Su liderazgo ha sido fundamental para reavivar la esperanza en una nación asfixiada por el autoritarismo”, señaló el organismo durante el anuncio.

Desde Oslo, los miembros del comité subrayaron que la situación venezolana representa uno de los mayores desafíos democráticos de América Latina. En sus palabras, el país “ha pasado de ser próspero y relativamente democrático a un Estado brutal y autoritario”, un contexto en el que la figura de Machado emergió como símbolo de resistencia civil y compromiso cívico.

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El reconocimiento a Machado trasciende las fronteras venezolanas y es visto como un mensaje al continente sobre el valor de la disidencia pacífica. Analistas internacionales coinciden en que el Nobel de la Paz refuerza la visibilidad de las demandas por un cambio político en Venezuela y consolida a la líder opositora como una de las voces más influyentes del hemisferio.

María Corina Machado agradeció el premio dedicándolo “a los venezolanos que no se rinden”. Su mensaje, breve pero contundente, reflejó la esencia de su lucha: una resistencia sostenida desde la palabra, la organización ciudadana y la convicción de que la democracia aún puede renacer en su país.