Con una camiseta azul, su cabello despeinado y el lema Tengo Fe, Miguel Martínez se inscribió oficialmente. Asegura que vencerá a la maquinaria política sin dinero, solo con el respaldo de la gente que cree en su propuesta.

Frente a la sede de la Registraduría en Santa Marta, un grupo de seguidores coreaba con entusiasmo el nombre de ‘El Mono’. No era una población masiva, pero los que estaban se hacían sentir de corazón. Miguel Martínez, con su estilo descomplicado, llegó acompañado de una pequeña comitiva que lo vitoreaba mientras pronunciaba una frase que será su bandera de campaña: “Tengo Fe”.

En ese escenario oficializó su aspiración a la Gobernación del Magdalena, una meta que —según él— no depende del dinero ni del poder de las maquinarias políticas.

“No tengo plata, pero tengo fe y las ganas de trabajar por mi departamento”, declaró ante los medios al firmar su inscripción.

Martínez, conocido por su tono directo y su carácter popular, lanzó un mensaje desafiante al viejo orden político. “No voy a recibir plata de nadie que después venga a pedirme burocracia. Esta campaña será limpia, sin comprar conciencias ni repartir puestos”, prometió.

El candidato aseguró que su propósito es “escribir una nueva historia política en el Magdalena” y que su aspiración representa una oportunidad para “desterrar la corrupción y devolverle la dignidad a la gente”.

A diferencia de otros actos de inscripción, el suyo no contó con grandes caravanas ni multitudes. Pero eso no le preocupa. “Puede que no tengamos una masa en las calles, pero sí un pueblo enorme en los corazones”, dijo entre risas mientras saludaba a sus simpatizantes.

Según él, la verdadera fuerza de su movimiento se siente en las redes sociales y en los mensajes que le llegan cada día. De hecho, en recientes sondeos digitales realizados por medios locales como Entérate en Línea, su nombre apareció liderando la intención de voto frente a los otros candidatos, seguido por Margarita Guerra, del movimiento caicedista.

El aspirante insistió en que su candidatura no busca alianzas con grupos de poder ni responde a intereses personales. “Yo soy un ciudadano como cualquiera, que está cansado de ver cómo los mismos de siempre se reparten el Magdalena. La gente quiere un cambio y yo soy esa oportunidad”, aseguró con firmeza.

Martínez también habló de los riesgos que ha enfrentado. “He recibido amenazas, pero sigo aquí porque creo que Dios tiene una misión para mí: ayudar a cambiar este departamento. Si fuera por miedo, ya me habría ido para Suiza pidiendo asilo. Pero yo no me rindo”, expresó, visiblemente emocionado.

Su mensaje final fue un llamado al voto libre: “No voy a llevar a nadie obligado. Quien crea en mí, que vote por convicción. Vamos a demostrar que la política se puede hacer con fe, sin corrupción y con esperanza”.

Mientras se retiraba entre aplausos y cánticos, El Mono sonreía confiado. Dice que la suya será la campaña de los que no tienen dinero, pero sí ilusión. En sus palabras, “una campaña con fe, porque la gente está cansada de los politiqueros y quiere alguien que les hable de frente”.
Y con esa fe, asegura, enfrentará la contienda el 23 de noviembre por el Magdalena.