Una ingeniera civil de 24 años fue arrollada por un motociclista que, según versiones de testigos, participaba en piques ilegales en la zona norte de Cartagena. La joven murió de inmediato y el conductor de la moto, también profesional, perdió la vida minutos después en un hospital.

La noche del 2 de octubre, en la Vía del Mar, un accidente brutal acabó con la vida de dos jóvenes que apenas empezaban a forjar su futuro. Ubiellys Patricia Giraldo Rojas, de 24 años, intentaba cruzar la carretera en el tramo entre Las Ramblas y la estación de servicio Altoque cuando fue embestida por una motocicleta de alto cilindraje que se desplazaba a gran velocidad.

El vehículo era conducido por Javier Alonso López Julio, ingeniero de sistemas de 31 años, quien presuntamente participaba en piques ilegales que suelen realizarse en ese corredor vial. El impacto fue tan violento que la moto quedó destruida y ambos cuerpos quedaron tendidos sobre el asfalto. Ubiellys Patricia murió en el lugar; Javier, aún con vida, fue trasladado al Hospital Serena del Mar, donde los médicos confirmaron su deceso minutos después.

La tragedia provocó indignación entre vecinos y familiares, que señalan que los piques ilegales se han convertido en un peligro constante en la zona norte de Cartagena. Habitantes denuncian que, durante las noches, motociclistas y conductores se reúnen para competir en carreras clandestinas, ignorando las normas de tránsito y poniendo en riesgo la vida de terceros.

Ubiellys, oriunda de Lorica, Córdoba, había culminado sus estudios de Ingeniería Civil en la Universidad del Sinú y era reconocida por su disciplina y carácter alegre. Javier, graduado en Ingeniería de Sistemas, apenas comenzaba a consolidar proyectos profesionales. Sus muertes dejaron un vacío en sus familias y en los círculos académicos donde se formaron.

Lea aquí: Detienen a adolescente por preguntarle a Chat GPT como hacerle daño a un compañero de colegio

La Policía Metropolitana confirmó que avanza en las investigaciones para esclarecer las circunstancias del siniestro y recordó que los piques ilegales no solo son una falta grave de tránsito, sino que cuando dejan víctimas mortales pueden derivar en procesos judiciales. La comunidad exige controles estrictos y presencia permanente de las autoridades en la Vía del Mar para frenar una práctica que, como en este caso, cobra vidas jóvenes y deja a familias enteras sumidas en el dolor.