
“Estudio sin madrugón”: Senado aprueba en segundo debate proyecto que permitirá ingreso de estudiantes a las 7:00 AM
La iniciativa busca que ningún colegio del país comience actividades antes de ese horario, con el fin de mejorar la calidad de vida de estudiantes y familias.
El Congreso de la República dio un paso decisivo hacia la transformación de la rutina escolar. En la tarde del martes 30 de septiembre, la Plenaria del Senado aprobó en segundo debate el proyecto de ley “Estudio sin madrugón”, que plantea que todas las instituciones educativas del país, desde preescolar hasta bachillerato, inicien sus clases a partir de las 7:00 de la mañana.
El objetivo central de la propuesta es garantizar mejores condiciones de bienestar para los estudiantes, evitando madrugones que afectan el descanso, la concentración y el rendimiento académico. A la vez, se busca un mayor equilibrio para las familias, especialmente en hogares encabezados por mujeres, que según el DANE representan más del 50 % en Colombia.
El senador Guido Echeverry, ponente del proyecto, explicó que actualmente los rectores y directivos de cada colegio deciden la hora de inicio de clases, lo que en muchos casos ha derivado en horarios que responden a la operatividad de las instituciones y no a las necesidades sociales y familiares. “La escuela no debe organizar la vida de los hogares a su conveniencia, sino ajustarse a la realidad de quienes la conforman”, señaló.
La iniciativa también se respalda en experiencias internacionales que han demostrado beneficios concretos de retrasar la hora de entrada: mejor calidad del sueño, mayor rendimiento académico y reducción de episodios de estrés en los jóvenes. Países como Estados Unidos, Chile y Finlandia han implementado ajustes similares con resultados positivos en la vida escolar y familiar.
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Aunque la medida ha generado expectativas entre padres y estudiantes, algunos sectores han planteado reparos. Entre ellos, el impacto que podría tener en los sistemas de transporte escolar, la congestión vehicular en las ciudades y las dificultades de colegios rurales donde los trayectos son largos. Pese a estas inquietudes, la mayoría de los senadores respaldó la propuesta.
Ahora, el proyecto pasará a la Cámara de Representantes, donde deberá superar dos debates más antes de convertirse en ley. De aprobarse, Colombia estaría frente a un cambio de fondo en la manera de concebir los horarios escolares, con la promesa de avanzar hacia una educación más justa, saludable y acorde con la vida cotidiana de las familias.
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