La transmisión en vivo del asesinato de tres jóvenes a través de Instagram mostró la crueldad del narcotráfico y desató marchas multitudinarias en Argentina, donde miles exigieron justicia y acciones contundentes del Estado.

Buenos Aires, Argentina quedó marcada por uno de los episodios más brutales de violencia en los últimos años. Tres jóvenes —Brenda del Castillo y Morena Verdi, de 20 años, y Lara Morena Gutiérrez, de apenas 15— fueron asesinadas tras ser engañadas para subir a una camioneta con la falsa promesa de asistir a un evento.

Lo que parecía un paseo terminó siendo una trampa mortal tendida por una organización transnacional de narcotráfico.

El crimen no solo estremeció por su brutalidad: fue transmitido en vivo a través de Instagram. Las imágenes mostraron torturas y ejecuciones ante los ojos de al menos 45 miembros de la banda, quienes presenciaron el horror en tiempo real.

La Fiscalía señaló que el responsable fue un joven peruano de 23 años conocido como ‘Julito’, líder de la estructura criminal, que usó la transmisión como un mensaje disciplinario para reforzar su poder y sembrar terror.

La indignación social fue inmediata. Movimientos feministas como Ni Una Menos convocaron marchas en más de diez ciudades, desde Córdoba hasta Rosario, Mendoza y Salta. La mayor concentración se vivió en la Plaza Flores de Buenos Aires, donde miles de personas levantaron pancartas con los nombres de las víctimas y exigieron al unísono justicia y el fin de la violencia de género alimentada por las redes del narcotráfico.

“Ante un hecho de esta naturaleza tenemos que ser serios y responsables para que se comprenda que el narcotráfico no conoce de fronteras ni jurisdicciones, y ejerce además todas las formas de la violencia machista. Tenemos que involucrarnos todos en la lucha”, declaró el gobernador Axel Kicillof, advirtiendo sobre el riesgo de impunidad si no hay un accionar firme del Estado.

La investigación avanza con capturas iniciales: cuatro personas han sido detenidas, dos de ellas en la misma vivienda donde aparecieron los cuerpos el miércoles posterior al crimen. En los allanamientos se encontraron raciones de comida empaquetadas y fajos de billetes de baja denominación, pruebas que refuerzan la hipótesis de un centro de operaciones del narcotráfico.

La búsqueda del principal responsable continúa con una orden de captura internacional. Cada día que pasa sin su detención alimenta la desconfianza social frente a la capacidad del Estado para enfrentar el crimen organizado.

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El triple femicidio expuso crudamente cómo el narcotráfico utiliza la violencia extrema no solo para eliminar a quienes considera una amenaza, sino como espectáculo macabro para mantener su dominio.