Esneider Jayariyu Rivera, alias El Indio, fue dado de baja por la Policía en el barrio Juan 23 de Fundación luego de asesinar al joven uniformado Iván Ramírez Olarte, de 22 años. El Indio era uno de los más buscados de La Guajira y se había refugiado en Fundación, donde operaba al margen de la ley.

Esneider Jayariyu Rivera, alias El Indio figuraba en la lista de los delincuentes más buscados de La Guajira. Con antecedentes por homicidios, hurto y porte ilegal de armas, este sujeto se trasladó a Fundación para evadir a las autoridades, pero continuó vinculado a actividades delictivas locales.

Los vecinos lo describen como un hombre violento y armado, que generaba zozobra en el barrio Juan 23 y alrededores. Su captura era prioridad para las autoridades debido al peligro que representaba, tanto para la comunidad como para los uniformados.

El fatídico enfrentamiento

El pasado sábado, la Policía acudió a un llamado ciudadano que reportaba la presencia de dos sujetos sospechosos. Al acercarse, fueron recibidos a tiros por El Indio y José de la Rosa, alias Franco, líder del Clan del Golfo, quien continúa prófugo y tiene una recompensa de hasta 10 millones de pesos por su captura.

Durante el intercambio, El Indio abrió fuego contra los uniformados, impactando mortalmente a Iván Ramírez Olarte, un joven policía natural de Arauca de apenas 22 años. La rápida reacción de su compañero permitió abatir a El Indio en el sitio, evitando que la situación se extendiera y que más civiles resultaran heridos.

Recompensas y búsqueda del prófugo

Mientras El Indio quedó fuera de acción, José de la Rosa sigue prófugo. Las autoridades han reiterado que sobre él pesa una recompensa de hasta 10 millones de pesos por información que lleve a su captura, y se mantiene un operativo permanente en la región para dar con su paradero.

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La huella de El Indio

Alias El Indio deja tras de sí un historial de violencia y crimen organizado. Su llegada a Fundación fue seguida por reportes de extorsión, amenazas y enfrentamientos armados, convirtiéndolo en uno de los delincuentes más temidos de la zona. Su muerte marca un golpe importante para la criminalidad local, pero también evidencia los riesgos que enfrentan los uniformados en esta parte de Magdalena.