Golpe a la oposición en la Asamblea: Consejo de Estado anula elección de Alberto Gutiérrez y entra César Pacheco Aarón


La salida de Gutiérrez por doble militancia deja un vacío en la oposición y abre la puerta a una nueva mayoría en la Asamblea del Magdalena. El ingreso de César Pacheco Aarón reconfigura un tablero político ya polarizado y pone al Caicedismo en posición de fortalecer sus apuestas.

La Asamblea Departamental del Magdalena se mueve otra vez. El Consejo de Estado ratificó la nulidad de la elección de Alberto Mario Gutiérrez Uribe como diputado para el periodo 2024-2027, al comprobarse que incurrió en doble militancia. Su salida no solo significa la caída de una ficha estratégica de la oposición, sino también la llegada de César Pacheco Aarón, joven político que ahora entra a escena con la capacidad de inclinar la balanza en un recinto donde la paridad de fuerzas hace que cualquier voto pese.

La decisión del alto tribunal fue tajante: Gutiérrez no solo militó en la coalición Magdalena Grande, que lo avaló, sino que también apoyó abiertamente campañas de otros movimientos políticos en municipios como Fundación, Ciénaga y Santa Marta. Testimonios, registros y fotografías lo dejaron al descubierto. La consecuencia inmediata fue la cancelación de su credencial y el traslado de la curul a Pacheco Aarón.

Oposición pierde un miembro

El cambio no es menor. Gutiérrez era considerado un operador clave dentro de las estrategias de la oposición. Su salida abre un boquete en la mayoría opositora que hasta ahora mantenía el pulso frente al gobierno departamental en medio de confrontaciones permanentes.

La llegada de César Pacheco Aarón, con un perfil joven y un discurso de renovación, despierta expectativas y suspicacias. Para el caicedismo, representa una oportunidad de sumar un aliado en busca de construir una nueva coalición de respaldo a sus proyectos.

Para la oposición, en cambio, se trata de un reacomodo forzoso que debilita su margen de maniobra.
Hasta ahora, la Asamblea se sostenía en un equilibrio frágil: siete curules de mayoría contra seis de oposición. Sin embargo, el margen era más simbólico que real. Las votaciones, atravesadas por alianzas coyunturales y rupturas internas, demostraban que la política en el Magdalena no se rige por sumas estáticas. Con este nuevo movimiento, la gobernabilidad del recinto queda en un terreno aún más impredecible.

Primero fue la salida de Rafael Noya, ex militante de Fuerza Ciudadana, que abrió la puerta al ingreso de un diputado afín a ese movimiento, como Danilo Beltrán. Ahora, con la destitución de Gutiérrez, se configura un nuevo mapa de fuerzas que podría inclinar la balanza hacia el oficialismo.

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La pregunta de fondo es si Pacheco Aarón se convertirá en un voto aliado de la administración Caicedo o si, por el contrario, asumirá un papel independiente que termine por agudizar la polarización. Lo cierto es que, con esta decisión, el tablero político de la Asamblea del Magdalena vuelve a moverse y el margen de error para ambos bandos se achica.


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