El ganadero y comerciante conocido como “El Paca”, fue asesinado a tiros en su finca en Santana, Magdalena. Los sicarios dejaron un cartel sobre su cuerpo en el que lo señalaban con insultos y lo acusaban de ser informante, lo que refuerza la hipótesis de un ajuste de cuentas.

En la vereda Pueblito de Los Andes, jurisdicción del municipio de Santana, un grupo de hombres armados irrumpió en la finca de Brandon Gil, un reconocido ganadero de la región. Sin mediar palabra, le dispararon en repetidas ocasiones hasta dejarlo sin vida en medio del patio de su propiedad.

Junto al cuerpo quedó un cartel escrito a mano: “sapo, cuatrero e informante”. El mensaje, dejado a la vista de todos, no solo marcó la brutalidad del asesinato, sino que también apuntó directamente a los motivos detrás del ataque.

Para las autoridades, se trata de una clara advertencia que refuerza la hipótesis de un ajuste de cuentas.

El hallazgo del letrero fue registrado como material probatorio por los investigadores del CTI de la Fiscalía y la Policía del Magdalena, que se trasladaron a la zona para realizar la inspección técnica del cadáver y recoger evidencias.

Un crimen con antecedentes

Este homicidio no parece ser un hecho aislado. Días atrás, unidades de la Policía habían realizado operativos en la finca de Gil, en los que se reportaron capturas de presuntos integrantes del Clan del Golfo. Los investigadores no descartan que esta intervención haya detonado represalias y que el mensaje hallado en la escena sea parte de esa confrontación.

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Reconocido en el gremio ganadero
Brandon Gil, apodado “El Paca”, era ampliamente conocido en el gremio ganadero y también en el comercio de Santana y sus alrededores.

Vecinos del barrio Pastrana, donde creció, lo describieron como un hombre trabajador, aunque en los últimos años se le había vinculado en rumores sobre disputas con grupos ilegales que operan en la región.

“Era una persona querida, saludadora. Nadie se esperaba que lo fueran a matar de esa manera”, contó un residente del sector que pidió reserva de su nombre.

La Policía del Magdalena aseguró que trabaja en la identificación de los responsables materiales e intelectuales del asesinato, al tiempo que reforzó la presencia de uniformados en la zona rural de Santana, donde la comunidad permanece atemorizada.

El cuerpo del ganadero fue trasladado a Medicina Legal en El Banco para los procedimientos de rigor, mientras su familia prepara las honras fúnebres.
Con el letrero dejado por los sicarios, el crimen de Brandon Gil se convierte en un nuevo episodio de la violencia selectiva que azota al sur del Magdalena, donde las disputas entre bandas armadas ilegales siguen cobrando vidas y sembrando miedo.