Sicario de las Autodefensas Conquistadores de la Sierra y del grupo conocido como La Muerte, fue asesinado a tiros en una trocha del barrio Cristo Rey, donde había regresado tras salir de la cárcel pese a sus antecedentes violentos.

Diego Jesús Umbría Estigma, más conocido como “El Duende”, era un viejo conocido de la Policía en Santa Marta. Escurridizo, armado y sin miedo a la confrontación, se ganó su alias después de varios episodios donde parecía desaparecer de las autoridades.

A comienzos de este año fue capturado tras enfrentarse a bala con uniformados de la Sijín, dejando herida a una patrullera. En el momento de su arresto, le encontraron una pistola lista para cometer un crimen en la ciudad.

La sorpresa llegó poco después: pese a los cargos en su contra y su prontuario, Umbría Estigma volvió a aparecer en las calles de Cristo Rey, el mismo barrio donde creció y donde se movía sin mayor dificultad. Vecinos comentaban su presencia con temor y silencio, sabiendo que estaba vinculado directamente con el sicariato y dispuesto a matar o morir en cualquier momento.

Este viernes su historia criminal llegó a su fin. Fue atacado a tiros en una trocha de Cristo Rey y su cuerpo quedó tendido en el mismo sector que tantas veces había recorrido.

Para la comunidad, la identidad del muerto no fue un misterio: “era El Duende”, repitieron quienes lo vieron, conscientes de su fama como gatillero de las Autodefensas Conquistadores de la Sierra y del temido grupo La Muerte.

Las autoridades trabajan en establecer quiénes fueron sus verdugos, pero la hipótesis más fuerte apunta a una retaliación en el marco de la guerra criminal que azota a Santa Marta, donde estructuras armadas se disputan territorio, negocios ilegales y el control del miedo en los barrios populares.

La vida de Diego Jesús Umbría Estigma terminó como había vivido: bajo el fuego de las balas. Otra víctima de una guerra sin tregua que sigue dejando muertos en la ciudad.