De la Escuela José Otero al récord histórico con la Selección Colombia: la hazaña del samario Luis Suárez


Santa Marta, cuna de talentos y leyendas del fútbol, vio nacer hace 27 años a un niño que hoy se convirtió en héroe nacional. Luis Javier Suárez Charris, forjado en la Escuela de Fútbol José Otero, hizo historia este 9 de septiembre de 2025 al marcar cuatro goles contra Venezuela, un registro inédito en la Selección Colombia.

La cancha polvorienta de la Escuela José Otero, en Santa Marta, fue el primer escenario donde el hoy artillero de la Tricolor empezó a dar patadas a un balón de manera organizada. Era 2010 y, con apenas 12 años, Suárez llegaba con la ilusión desbordada de todo niño samario: seguir los pasos de ídolos como el ‘Pibe’ Valderrama y hacer del fútbol su vida.

José Otero, exfutbolista y formador, lo recuerda como un delantero con hambre desde el primer día:

—“Era tímido, pero dentro del área se transformaba. Tenía un olfato especial, parecía que el balón siempre lo buscaba a él”—, rememora quien lo dirigió en esos primeros torneos infantiles que hoy parecen presagiar lo ocurrido anoche.

De la escuela pasó al Colegio Versalles, donde siguió perfeccionando su instinto bajo la guía del profesor Valmiro Viana en intercolegiados. En Santa Marta ya lo señalaban como “el muchacho del gol”. Esa reputación lo llevó en 2015 a fichar con Leones FC, en Itagüí, club de la Primera B donde debutó como profesional un 5 de octubre frente al América de Cali. Era apenas el inicio.

El salto a Europa

Tras un paso fugaz por el fútbol colombiano, cruzó el Atlántico y comenzó una travesía de aprendizaje: Granada B, Valladolid B, Nàstic de Tarragona… hasta que en la temporada 2019–2020, con el Real Zaragoza, explotó. Marcó 19 goles y se consolidó como un delantero letal.

El Granada CF apostó por él en 2020, y después llegaría al Olympique de Marsella. Pero sería en el UD Almería, desde 2023, donde alcanzó su madurez como goleador: 27 tantos en liga la pasada campaña y un hat-trick inolvidable en Copa del Rey contra el Sevilla. Su nombre ya retumbaba en España, y su cotización superaba los 25 millones de euros. Ahora juega en el Sporting de Lisboa, donde hay muchas expectativas por su fútbol y hambre de gol.

El sueño de la Selección

En 2020, Carlos Queiroz le abrió las puertas de la Selección, pero su paso fue breve: apenas tres partidos, 108 minutos y ningún gol. Una ausencia larga de casi tres años lo mantuvo lejos del radar nacional, hasta que sus números en Almería hicieron imposible ignorarlo. En junio de 2025 volvió a la convocatoria de Néstor Lorenzo para las eliminatorias.

Él mismo lo había confesado:

—“Estar con Colombia es un sueño que perseguía desde niño”—.

La noche histórica en Maturín

El 9 de septiembre de 2025 quedará enmarcado en la memoria colectiva del fútbol colombiano. En Maturín, frente a Venezuela, Luis Suárez se encargó de romper la sequía y de paso la historia: anotó cuatro goles, un póker jamás conseguido por un colombiano con la Selección en partido oficial. Con sus goles el combinado tricolor venció 6-3 a Venezuela.

Cada tanto fue un golpe de autoridad, un grito de esperanza, un recordatorio de que Colombia tiene en sus filas un artillero de raza, formado en las canchas humildes de Santa Marta.

Al final del partido, mientras las cámaras buscaban su sonrisa, muchos en su tierra natal recordaban al niño que empezó en la Escuela José Otero y la escuela del Versalles, con guayos prestados y sueños desbordados. Hoy, convertido en figura internacional, su hazaña no solo escribe una página gloriosa en la Selección, sino que también reivindica la importancia de las escuelas de barrio, esas que, como la de Otero, Chimila, Versalles y otras más paren talentos que un día pueden cambiar la historia.


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