
Altos de Chimila rompe 40 años de abandono con nueva red de alcantarillado
En Santa Marta, los habitantes de Altos de Chimila vieron lo que por décadas parecía imposible: la instalación de tubería sanitaria que pondrá fin a más de cuarenta años de espera. El proyecto beneficiará a cerca de mil personas y marca el inicio de una nueva etapa para la comunidad.
En Altos de Chimila la memoria del abandono se mide en décadas. Los vecinos todavía recuerdan que la última vez que se instaló una red de alcantarillado en el sector fue en 1984. Desde entonces, pasaron 40 años en los que el agua sucia corría sin control y los hogares sobrevivían entre malos olores y enfermedades, esperando que algún día alguien cumpliera la promesa de dignidad.

Ese día llegó. El alcalde de Santa Marta, Carlos Pinedo Cuello, puso en marcha la instalación de 110 metros de tubería sanitaria que se conectarán a cuatro manholes, con lo que se beneficiarán directamente 150 viviendas y, en total, más de mil personas de la comunidad.
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La obra hace parte del programa Obras Barriales, una estrategia de la administración distrital para atender necesidades específicas de los barrios y darle protagonismo a las Juntas de Acción Comunal.
“Lo importante no son las diferencias políticas, sino la voluntad de la gente para trabajar. Estamos listos para acompañar a todas las comunidades en sus procesos de transformación”, afirmó el alcalde durante el inicio de los trabajos.
El anuncio fue recibido con entusiasmo. Arturo Vega, presidente de la Junta de Acción Comunal, no ocultó su emoción: “Es la primera vez en la historia que un alcalde llega a nuestro sector a hacer una obra de impacto. Me siento contento, señor alcalde, porque veo que sí le cumple a nuestra comunidad y que nuevos proyectos pueden llegar”, dijo, mientras vecinos y líderes barriales lo respaldaban con aplausos.
El secretario de Gobierno, Camilo George Díaz, recordó que esta intervención no solo resuelve una deuda histórica, sino que también representa un cambio en la relación entre el Distrito y las comunidades:
“Después de más de 40 años, la administración de Carlos Pinedo llega con una solución real y sustancial. No dejen de promover la esperanza de que sí es posible vivir mejor”.
Para los habitantes de Altos de Chimila, el inicio de esta obra significa más que la instalación de tuberías: representa el comienzo de una vida más digna, el fin de un abandono que parecía eterno y la esperanza de que, después de 40 años, su barrio empieza a salir del olvido.
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