Joven de 21 años en estado de embarazo murió en operativo donde fue abatido peligroso jefe del Clan del Golfo
La vida de Jaskary Lizeth Páez Martínez llegó a su fin durante operativo militar que buscaba dar de baja a uno de los criminales más temidos del sur de Bolívar y Magdalena.
La joven fue alcanzada por las balas cuando acompañaba a su pareja sentimental, alias ‘Frank’. Su muerte dejó destrozada a su familia y sumió al pueblo en una mezcla de dolor, rabia e incredulidad. Nadie esperaba verla vinculada a un hombre que para las autoridades representaba un objetivo de alto valor.
“Me la mataron con mi nieto en la barriga”, gritaba su madre entre la multitud en el cementerio, mientras amigos inundaban redes sociales con fotos y mensajes de despedida.
El objetivo militar
El operativo que terminó con la vida de Jaskary tenía un blanco claro: alias ‘Frank’, cabecilla del Clan del Golfo. Tropas del Ejército y la Policía lo seguían de cerca por su historial criminal y por la orden de captura en su contra por concierto para delinquir agravado.
Era considerado heredero de la estructura que comandaba su madre, alias ‘Celeste’, capturada en 2024. Bajo su mando, la subestructura Édgar de Jesús Madrid Benjumea extendía tentáculos en los sures de Magdalena y Bolívar, controlando corredores estratégicos para el narcotráfico y sembrando miedo con ataques armados.
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Para las autoridades, su muerte fue un golpe estratégico que debilitó a la organización. Para San Pablo, lo que quedó fue la tragedia de una familia que perdió a una hija y a un nieto que nunca conoció la vida.
El operativo que terminó con su muerte se efectuó en en San Martín de Loba (sur de Bolívar). Allí según la información conocida, la fuerza pública fue a interceptar al líder criminal y se desató un intercambio de disparos que puso fin a la vida de Frank, su joven pareja sentimental y el hijo que venía en camino.
Alias ‘Frank’ murió como vivió: en la guerra, con fusil en mano y en un intercambio de disparos con las fuerzas del Estado. Pero Jaskary murió como no merecía: joven, embarazada, sin oportunidad de escapar de un destino que no era suyo.
“Te recordaremos siempre por esa mujer carismática y alegre que fuiste, mi Jaska”.
“Hoy me levanto y reviso mi Facebook y lo primero que me muestra es una tragedia, una que no puedo creer. Mi Jaskari, que noticia tan triste, aún no lo creo. Me quedo con lo Bonito que compartimos. Descansa en Paz”.
Con mensajes como esos, publicados en las redes sociales, en especial en Facebook, despidieron familiares y amigos a Jaskary Lizeth Páez Martínez, la mujer, de 21 años, que cayó por estar con la compañía equivocada.
Su historia refleja la crueldad de una violencia que no distingue entre criminales y quienes se cruzan en su camino. Una vida apagada, un hijo no nacido, y un pueblo que todavía se pregunta cómo una muchacha alegre de 21 años terminó convertida en víctima colateral de la guerra.
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