El joven fue asesinado a bala en el barrio Nueva Colombia. Su madre recibió la llamada más dolorosa de su vida y terminó arrodillada clamando justicia.

El barrio Nueva Colombia, en el oriente de Santa Marta, fue escenario de una nueva tragedia que dejó marcada a una familia y estremeció a toda una comunidad. Cristian Camilo, joven samario conocido entre sus amigos como ‘Camilo Plata’, salió de su casa la mañana del domingo sin imaginar que sería la última vez que lo haría con vida.

Minutos después de recibir una llamada, el muchacho llegó a una esquina donde lo esperaban dos personas. Según testigos, tras un intercambio de palabras intentó correr, pero el pistolero fue más rápido. Una ráfaga de disparos lo alcanzó y lo derribó sin darle opción de escapar.

La noticia se regó en cuestión de segundos. El teléfono de su madre sonó y, al contestar, escuchó lo que ninguna mujer quiere oír: que su hijo había sido atacado a bala. Desesperada, corrió hasta el lugar, pero al llegar se desplomó. “Me arrancaron el corazón. Dios mío, qué dolor tan grande”, gritaba, mientras abrazaba el cuerpo de su muchacho.

Vecinos y curiosos observaron en silencio la escena, sin poder contener la impotencia. Algunos ayudaron a la mujer a levantarse, otros la acompañaron en llanto. Todos coincidían en la misma sensación: la vida de Cristian Camilo había sido apagada en lo que, según las primeras versiones, pudo tratarse de una trampa.

La familia hoy llora su partida, los amigos lo despiden en redes sociales y el barrio exige justicia. Nueva Colombia, una vez más, fue testigo del drama que deja la violencia en las calles de Santa Marta, donde otra madre quedó con el alma partida y una silla vacía en su hogar.