Amador Quessep, quien trabajaba en la vigilancia de la carceleta de la Estación El Bosque, fue atacado mientras visitaba a su familia.
El país no sale del asombro tras el crimen del patrullero de la Policía Metropolitana de Barranquilla,Jaider Gregorio Amador Quessep, de 32 años, asesinado a tiros el viernes 17 de mayo en el barrio San Luis, de la capital del Atlántico.
El director de la Policía Nacional, general William René Salamanca, anunció un aumento en la recompensa ofrecida por información que conduzca a la captura de los autores materiales e intelectuales del crimen, elevándola a 50 millones de pesos.
Amador Quessep, quien trabajaba en la vigilancia de la carceleta de la Estación El Bosque, fue atacado mientras visitaba a su familia.
El uniformado había llegado en una camioneta Mazda CX30, de placas JVX-743, y fue sorprendido por un pistolero que le disparó por la espalda.
El policía intentó resguardarse detrás de otro vehículo, pero el criminal lo persiguió y lo remató de un disparo en la cabeza. Todo el acto quedó registrado en una cámara de vigilancia.
Los disparos alertaron a los vecinos, quienes encontraron al patrullero tendido en el suelo.
Aunque fue auxiliado y trasladado a un centro asistencial del barrio Santa María, y posteriormente a la Clínica de la Costa, falleció tras unas horas en la Unidad de Cuidados Intensivos.