Lo que empezó como una persecución contra un joven señalado de andar en malos pasos terminó en tragedia para una familia cartagenera. Una madre, que siempre advirtió a su hija de 14 años que se alejara de ese hombre, murió en su propia casa a manos de sicarios. Su hija quedó gravemente herida y sus hermanos pequeños ahora lloran una ausencia irreparable.

Karen Paola Mejía Montes, estilista de 36 años, estaba en su habitación junto a sus hijos menores la noche del sábado, cuando la muerte irrumpió en su casa del barrio Fredonia, en Cartagena. Eran cerca de las 11 de la noche cuando su hija adolescente, de apenas 14 años, llegó desesperada acompañada de su novio, Deiner David Ávila Taborda, de 21 años. Cuatro hombres en dos motos lo perseguían con armas en mano.

La estilista no alcanzó a reaccionar. Apenas trató de proteger a los más pequeños, cuando dos de los sicarios entraron a la vivienda disparando sin contemplación. Ávila, conocido como ‘el Cachorro’, murió al instante. Pero las balas no se detuvieron allí: también alcanzaron a Karen, que quedó tendida sin vida a pocos pasos de la cama donde dormían sus hijos.

La adolescente recibió dos impactos, uno en el cuello y otro en la médula espinal. Ahora lucha por su vida en una Unidad de Cuidados Intensivos.

Una advertencia que nadie quiso escuchar

Vecinos y familiares cuentan que Karen le había suplicado a su hija varias veces que se apartara de Ávila. El joven estaba rodeado de problemas y malas compañías, pero la menor no solo lo mantuvo cerca, sino que esa noche lo ayudó a esconderse dentro de la casa de su madre. Esa decisión terminó arrastrando a toda la familia a una tragedia.

“Ella le decía: aléjate de ese muchacho, no te conviene, pero no le hizo caso. Al final, terminó metiéndolo en la casa y ahí pasó lo que nadie quería”, relató un pariente, entre lágrimas, a las afueras de Medicina Legal.

Dos vidas apagadas y una familia rota

Los cuerpos de Karen y Deiner quedaron tendidos cerca de una cama, en medio del desorden que dejó la huida desesperada. Las imágenes circularon en redes sociales y estremecieron a Cartagena.

La adolescente, aún intubada, permanece bajo pronóstico reservado. Sus hermanos menores quedaron sin la protección de su madre y con un dolor que difícilmente podrán superar.

“Karen era una mujer trabajadora, alegre, dedicada a su salón en Bocagrande. Nunca pensamos que la fueran a matar de esta manera”, dijo uno de sus hermanos.

La Policía Metropolitana confirmó que el objetivo del ataque era Deiner David Ávila, pero la violencia arrastró a la estilista y a su hija. Según las primeras versiones, los sicarios habían llegado hasta la terraza donde él compartía con amigos, y tras detectar la amenaza, corrió a refugiarse en la vivienda de Karen. Fue su último movimiento.