La noche del viernes en el barrio Pescaíto, Santa Marta, un presunto ladrón vivió en carne propia la indignación ciudadana: fue despojado de su arma por la víctima, resultó herido en un forcejeo, lo golpearon y su motocicleta terminó envuelta en llamas.

El intento de hurto ocurrió pasadas las 8:00 p.m., cuando dos hombres en moto llegaron hasta una de las calles del tradicional barrio samario. Según testigos, el parrillero descendió del vehículo y apuntó con un arma a un habitante del sector. Sin embargo, lo que parecía otro atraco más en una ciudad golpeada por la inseguridad, tomó un rumbo inesperado.

La víctima, que también estaba armada, reaccionó y forcejeó con el presunto delincuente. En medio de la disputa, el afectado logró arrebatarle el arma, dejando al asaltante desprotegido. En el cruce hubo disparos y tanto el ciudadano como el supuesto ladrón resultaron heridos.

El escándalo atrajo la atención de los vecinos, quienes no dudaron en intervenir. A golpes redujeron al señalado, mientras el otro sujeto huyó del sitio dejando abandonada la motocicleta. Fue entonces cuando la indignación colectiva se transformó en castigo: varios habitantes rociaron combustible y prendieron fuego al vehículo frente a la mirada de decenas de personas.

Los celulares registraron la escena. En los videos, que circularon rápidamente en redes sociales, se observa cómo las llamas consumen la moto entre aplausos y gritos de “justicia” de la comunidad. Para algunos fue un acto de desahogo frente a la ola de atracos que los acosa; para otros, un preocupante ejemplo de justicia por mano propia.

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Hasta el cierre de esta edición, las autoridades confirmaron que el presunto ladrón lesionado se encuentra bajo custodia policial en un centro asistencial, mientras avanzan las investigaciones para dar con su cómplice.

Lo que empezó como un atraco terminó en una escena de furia colectiva: un ladrón herido, desarmado, golpeado y con su moto reducida a cenizas en las calles de Pescaíto.