El conductor, padre de dos adolescentes, intentó huir del robo, pero recibió un disparo mortal. La indignación crece en medio de la inseguridad que golpea a Barranquilla y su área metropolitana.

Alexander Javier Ballestas Madrid, de 42 años, salió como cada día a rebuscarse al volante de su taxi, pero no regresó a casa. Una pareja se hizo pasar por clientes, se subió al vehículo y terminó asesinándolo para robarle.

De acuerdo con la versión que alcanzó a contar antes de morir, los falsos pasajeros lo intimidaron con arma de fuego y lo obligaron a entregar sus pertenencias y el Hyundai Atos 2007 que conducía.

En medio del atraco, Ballestas abrió la puerta del carro en movimiento para intentar escapar, pero uno de los delincuentes le disparó en el pecho y lo abandonó en plena vía.

Un mototaxista que pasaba por la zona presenció la escena y lo auxilió hasta el Hospital Juan Domínguez Romero. Allí, con las pocas fuerzas que le quedaban, narró lo ocurrido a un familiar. Pese a los esfuerzos médicos, falleció la madrugada del miércoles 20 de agosto.

Ballestas deja dos hijos adolescentes, de 13 y 17 años, que dependían de su esfuerzo diario. Su familia, devastada, clama porque el caso no quede en la impunidad. “Queremos que se haga justicia. Si alguien vio algo, que hable. Alexander no merecía una muerte así”, dijo un allegado.

La indignación se ha extendido entre taxistas y vecinos del municipio de Malambo, que reclaman garantías de seguridad. El crimen refleja la ola de atracos que golpea a conductores en Barranquilla y su área metropolitana, donde ya se cuentan varios casos de robos violentos en los últimos meses.

La Fiscalía asumió la investigación y busca a la pareja responsable del asesinato. Mientras tanto, la familia de Alexander llora su partida y la ciudad suma otro nombre a la lista de víctimas de una violencia que no da tregua.