
La Ciénaga Grande pide auxilio: planta asiática sigue propagándose y asfixiando a Nueva Venecia
La presencia descontrolada de la planta invasora Hydrilla verticillata mantiene en alerta a los habitantes de Nueva Venecia y a Corpamag, que advierten de graves impactos ambientales, sociales y económicos. La autoridad ambiental pide al Gobierno Nacional acciones urgentes para frenar la crisis.
Lo que comenzó a finales de 2024 como un hallazgo extraño en las aguas de la Ciénaga Grande de Santa Marta hoy es una amenaza inminente. Pescadores de Nueva Venecia, el pueblo palafito enclavado en este humedal, descubrieron una planta desconocida que pronto se convirtió en un enemigo voraz: la Hydrilla verticillata, conocida como “Rabo de Caballo”, catalogada como una de las especies invasoras más agresivas del planeta.
En mayo de este año, la situación se volvió crítica. El agua dejó de circular, aparecieron estancamientos con olores fétidos y el ecosistema empezó a mostrar signos de asfixia. “Creíamos que era un alga inofensiva, pero ahora vemos que nos está rodeando y ahogando. Esto es grave y lo peor es que no vemos una solución”, dijo Alydis Jiménez, habitante de Nueva Venecia.
Corpamag confirma la crisis
Tras el llamado de la comunidad, la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag) confirmó la presencia de la especie invasora y reveló que la situación ambiental es más grave de lo que se percibe a simple vista: altos niveles de coliformes, deficiencia de oxígeno y pérdida de la capacidad natural de recuperación del agua.
En Nueva Venecia, se estima que más de 700 hectáreas de espejo de agua ya están cubiertas por la Hydrilla, afectando la pesca, la biodiversidad y la seguridad alimentaria. Aunque no se ha registrado mortandad masiva de peces, el deterioro del ecosistema es evidente.

“Esta problemática requiere atención urgente y una respuesta articulada del Estado colombiano. La Ciénaga Grande no sólo representa el sustento de las comunidades, sino que además es un ecosistema Ramsar de importancia mundial”, advirtió Alfredo Martínez Gutiérrez, director de Corpamag.
Comunidades en riesgo de desplazamiento
Los habitantes del pueblo palafito temen que la crisis los obligue a abandonar sus casas, como ya ocurrió en el pasado por la violencia armada. “Si esto no se atiende ya mismo, la evacuación sería total. Aquí ya no se puede pescar y el aire que respiramos tampoco es el adecuado”, expresó otro morador. La emergencia no solo compromete la vida cotidiana, sino también la cultura de comunidades que durante generaciones han vivido de la pesca artesanal.
Un llamado al Gobierno Nacional
Ante el panorama, Corpamag pidió al Gobierno Nacional activar de inmediato la Mesa Interinstitucional de la Ciénaga Grande de Santa Marta, con el fin de coordinar acciones entre entidades ambientales, regionales y locales.
La diputada del Magdalena, Linda Cabarcas, también se sumó al llamado durante una sesión en el Concejo de Sitionuevo. “No podemos permitir que esta situación continúe deteriorando la vida y el sustento de nuestras comunidades. Es momento de articular esfuerzos institucionales para salvar la Ciénaga Grande de Santa Marta”, manifestó.

Factores que agravan la expansión
Corpamag explicó que la propagación acelerada de la Hydrilla se ha visto favorecida por el ingreso constante de sedimentos y material vegetal flotante provenientes del río Magdalena, a través de un boquete abierto sin criterios técnicos en el caño Aguas Negras. Además, la actual temporada de lluvias eleva los niveles del agua y facilita la dispersión de la planta en todo el complejo lagunar.
Medidas iniciales, pero insuficientes
La autoridad ambiental anunció acciones inmediatas en coordinación con la comunidad, como la construcción de una estructura artesanal para disminuir el ingreso de material flotante y una prueba piloto de extracción manual en una hectárea. No obstante, insiste en que estas medidas no serán suficientes si no hay un respaldo decidido del Gobierno Nacional.
“Sólo con la acción conjunta del Estado, las autoridades competentes y las comunidades podremos enfrentar la invasión de la Hydrilla y proteger este patrimonio natural de Colombia y del mundo”, concluyó Martínez Gutiérrez.
La Ciénaga Grande de Santa Marta, reconocida como humedal Ramsar y Reserva de Biosfera, enfrenta una de sus amenazas más graves. La propagación de la Hydrilla no solo pone en riesgo la biodiversidad y la pesca, sino también la permanencia de pueblos enteros como Nueva Venecia.

El tiempo corre, y los pescadores lo saben. Mientras esperan acciones concretas, el miedo a perderlo todo vuelve a instalarse en las casas de madera que flotan sobre el agua.
PAUTE
AQUÍ
420 px x 450 px
INFO AQUÍ