
Una semana sin agua: emergencia por daño de cuatro bombas del acueducto de Santa Marta
El alcalde advirtió que varios sectores de Santa Marta estarán sin agua potable durante una semana, tras el daño que sufrió el sistema de suministro por el fuerte aguacero del domingo. Mientras se intenta reparar, se distribuirá agua por carrotanques. El mandatario pidió paciencia y unión para evitar caos.
Por una semana o quizás unos días mas, a Santa Marta le tocará racionar el agua como en tiempos de sequía. Esta vez no es por falta de lluvias, sino por el efecto devastador que tuvo el último aguacero del domingo en la infraestructura del acueducto.
Cuatro bombas, piezas clave para bombear el líquido a distintos sectores de la ciudad, colapsaron. Y con ellas, colapsó también la tranquilidad de miles de familias que ya enfrentan la escasez.
“ Las bombas están fuera de servicio y se están evaluando si se pueden reparar o si debemos reemplazarlas”, anunció el alcalde Carlos Pinedo en tono directo, sin rodeos. Lo hizo como quien sabe que su mensaje no será bien recibido, pero es inevitable.
Mientras tanto, lo único cierto es que no habrá agua en muchos barrios. No se puede lavar, no se puede cocinar con confianza, y mucho menos soportar el calor samario sin el consuelo de una ducha.
Carrotanques: la solución provisional
El plan de contingencia ya está en marcha. Se movilizarán carrotanques para llevar agua a las zonas más afectadas. “Vamos a hacer todos los esfuerzos por atender a la población. No podemos permitir que el desespero nos divida”, recalcó el alcalde.
Pero incluso antes de que se sintiera la primera gota del desabastecimiento, ya se escuchaban voces de protesta. En redes sociales, ciudadanos reclamaban por la falta de mantenimiento al sistema de acueducto, otros exigían soluciones definitivas, y algunos amenazaban con salir a las calles a protestar.
Pinedo fue enfático: “No bloqueen vías porque eso empeora todo y genera un caos aún más grande en la ciudad”. Fue más que una advertencia, una súplica para evitar que el problema del agua termine siendo también un problema de orden público.
Una ciudad al borde de la desesperación
En barrios como Pescaíto, María Cristina, Bastidas, Mamatoco y María Eugenia, la preocupación ya es palpable. Muchos recuerdan las jornadas largas cargando baldes desde los carrotanques, la lucha por conseguir una pipa, y las peleas por quién tiene prioridad.
Yo tengo tres niños, ¿cómo les digo que no hay agua ni para bañarse?”, dijo angustiada Clara Ríos, habitante del sector El Pando.
El llamado a la calma
El mensaje de la administración es claro: paciencia, organización y solidaridad.
Mientras los técnicos evalúan los daños, los ciudadanos preparan sus tanques, llenan botellas y rezan para que los carrotanques pasen cerca de sus casas.
El agua, que siempre ha sido motivo de preocupación en Santa Marta, hoy vuelve a ser protagonista, pero no por su ausencia en el cielo, sino por su desaparición en los grifos.
El drama no está en la lluvia, está en lo que dejó después. Una ciudad en caos, sin agua, y una ciudadanía al borde del colapso.
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