La mujer que ofrecía masajes en Bocagrande fue grabada peleando a puño limpio con una turista, luego de que esta se negara a pagar por un masaje que, según dijo, nunca autorizó. La escena, que terminó viralizada, revive denuncias sobre prácticas abusivas de masajistas en playas de Cartagena y Santa Marta.

Lo que comenzó como un masaje para “relajar hombros” terminó con gritos, puños y manotazos frente a decenas de bañistas que, entre la sorpresa y la indiferencia, solo atinaban a grabar.

En pleno corazón turístico de Cartagena, una masajista y una turista protagonizaron una pelea a plena luz del día, en medio de una discusión por un servicio que nunca fue claramente aceptado ni acordado.

La escena ocurrió en Bocagrande, una de las playas más frecuentadas de la ciudad. Según testigos, la masajista se acercó con la oferta de una “prueba gratuita”, una estrategia que se ha vuelto común tanto en Cartagena como en Santa Marta: un par de toques en la espalda, un poco de aceite en los hombros, y sin más, comienza un masaje que de pronto ya no es gratuito.

La turista, cuyo nombre no ha sido revelado, aceptó la demostración breve, pero cuando intentó rechazar el servicio completo, ya era tarde. La masajista, tras continuar el masaje durante varios minutos, procedió a exigir un pago. La mujer se negó de inmediato, argumentando que en ningún momento accedió a un masaje pago.

Ahí estalló el caos. La discusión verbal creció de tono en segundos, hasta que ambas mujeres se enfrascaron en una pelea física. Puños, empujones e insultos volaron en plena arena. “¡Ladrona!”, gritaba una. “¡Mala paga, abusadora!”, devolvía la otra, mientras los curiosos sacaban sus celulares y grababan, sin que nadie interviniera.

En los videos que circulan en redes sociales se ve el forcejeo entre ambas, mientras bañistas observan, algunos riendo, otros grabando en silencio. La masajista intenta alejarse tras recibir un golpe, pero la turista la sigue, aún alterada, dispuesta a continuar la confrontación.

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Hasta ahora, ni la Policía ni la Alcaldía de Cartagena han dado declaraciones sobre el hecho. Tampoco se conoce si hubo sanciones o mediación de las autoridades.

En Santa Marta, turistas también han reportado experiencias similares: masajes iniciados sin autorización, precios inflados al final del servicio, y amenazas verbales en caso de negarse a pagar. “Primero te relajan, después te presionan”, resumió un visitante en redes.