Petro quiere levantar una “Estatua de la Libertad Caribeña” en El Morro de Santa Marta


Durante la conmemoración de los 500 años de Santa Marta, el presidente Gustavo Petro lanzó una idea: construir en El Morro una estatua que represente la libertad, la identidad caribeña y los rostros olvidados de la historia nacional. Una propuesta cargada de simbolismo que desató reacciones inmediatas.

En medio del acto solemne celebrado en la Quinta de San Pedro Alejandrino —la misma donde Simón Bolívar exhaló su último aliento— el presidente Gustavo Petro lanzó una propuesta inesperada: levantar una estatua de la libertad caribeña en el cerro de El Morro, uno de los puntos más emblemáticos del paisaje samario.

No se trató de una metáfora ni de una salida retórica. Fue un llamado directo a su ministra de Cultura, Yannai Kadamani, y a todo el país: “Si no nos van a entregar la estatua de la libertad de Nueva York, entonces hagamos una aquí”, dijo, encendiendo una mezcla de sorpresa, entusiasmo y escepticismo entre los presentes.

Un símbolo con nombre propio

La estatua, según explicó el mandatario, no sería una réplica del símbolo neoyorquino, sino una figura propia, morena, que represente la libertad desde el Caribe colombiano, con rostro afro, indígena y mestizo. “Debe ser linda y morena”, insistió, en una frase que resonó con fuerza en una ciudad donde la diversidad cultural ha sido tantas veces invisibilizada.

La propuesta no solo busca erigir un monumento. Petro aspira a instalar un nuevo ícono para Santa Marta, una figura que hable del orgullo caribe, de la lucha histórica por la libertad, y de la necesidad urgente de redefinir símbolos nacionales desde las regiones.

El Morro, lugar de historia y horizonte

La elección del lugar no es casual. El Morro, esa formación rocosa que emerge imponente frente al centro histórico de la ciudad, ha sido testigo de guerras coloniales, saqueos piratas, desembarcos militares y miles de atardeceres samarios. Su silueta inconfundible domina la bahía, como una vigía natural de la historia.

Ubicar allí una estatua no solo sería un acto de ingeniería: sería una declaración política, cultural y visual. Una forma de decir que la libertad también tiene rostro caribeño, y que Santa Marta quiere mirar al futuro con identidad propia.

Aunque la estatua fue la idea más llamativa, Petro también anunció una serie de inversiones estructurales para Santa Marta, relacionadas con el patrimonio, el desarrollo social y el fortalecimiento de la cultura local. Dijo que su gobierno está comprometido con que la ciudad más antigua de Colombia no siga relegada.

En pleno aniversario 500, Petro ha puesto sobre la mesa una propuesta que busca cambiar el imaginario del poder, la libertad y la identidad desde el Caribe. Y lo ha hecho con una frase que a todos llamó la atención:
“Si no nos la dan, la hacemos. Y será nuestra, linda, morena y libre.”


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