
Atentado criminal en Gaira deja herida a niña de 2 años por bala perdida
El hecho ocurrió en vísperas de las fiestas del sector. La menor fue alcanzada por un proyectil mientras caminaba con su madre. La violencia del microtráfico vuelve a golpear a un inocente.
Gaira vivió una noche de tensión y caos este viernes por la noche, justo cuando se alista para dar inicio a sus tradicionales fiestas. Un atentado sicarial a plena luz del día terminó dejando como víctima colateral a una niña de apenas 2 años, herida por una bala perdida que disparó el parrillero de una motocicleta.
El hecho se registró en inmediaciones del colegio de la carrera 10 entre calles 6 y 7, a escasos metros también de la cancha Pedro León Acosta, zona que a esa hora estaba concurrida por vecinos y comerciantes.
Según testigos, los sicarios perseguían a un motociclista que, al notar el ataque, intentó protegerse ocultándose entre varias personas. En medio de esa escena de caos y disparos, la menor que caminaba junto a su madre fue impactada por uno de los proyectiles.
La niña fue trasladada de urgencia al puesto de salud del corregimiento y luego remitida a un centro asistencial de mayor nivel en Santa Marta, donde se mantiene bajo observación médica. Aunque su estado es reservado, fuentes médicas confirmaron que llegó consciente y está siendo valorada por el equipo de pediatría.
Mientras tanto, el autor del ataque logró escapar del lugar, desatando un fuerte operativo policial en toda la zona. Las autoridades ya iniciaron la investigación para establecer la identidad del objetivo del atentado, quien sobrevivió al ataque y actualmente está siendo indagado para determinar su posible vínculo con estructuras criminales que operan en el sector.
Guerra del microtráfico sigue dejando víctimas inocentes
El atentado encendió las alarmas de la comunidad y de las autoridades, pues ocurre en un contexto de creciente tensión por el control del microtráfico en sectores de Santa Marta como Gaira. Este hecho no solo pone en riesgo la seguridad de sus habitantes, sino que empaña el ambiente previo a las festividades tradicionales que están próximas a celebrarse.
“Ya ni los niños están a salvo. Estamos en una guerra que nadie pidió y que cada vez deja más dolor”, expresó con impotencia una vecina del sector.
Una vez más, la violencia armada por disputas del narcotráfico vuelve a marcar la vida de una familia samaria. Esta vez, la víctima fue una niña inocente que apenas comenzaba a conocer el mundo.
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