
Personería pide que se judicialicen a motociclistas que tapan la placa de su moto
La Personería Distrital advirtió que ocultar o alterar placas de motocicletas es un delito penal y pidió judicialización inmediata. La práctica estaría facilitando homicidios, robos y otros crímenes en la ciudad.
En Santa Marta ya no es raro ver motos circulando con placas tapadas, dobladas o cubiertas con trapos y cinta. Lo que algunos creen que es una simple estrategia para evadir el ‘pico y placa’ o una multa de tránsito, es en realidad una conducta delictiva que está sirviendo para cometer crímenes graves.
La Personería Distrital lanzó una alerta formal y exigió a las autoridades judicializar de inmediato a los conductores que sean sorprendidos manipulando o escondiendo sus placas.
El personero Edwar Fernando Orozco Oñate no dejó dudas: “Esto no es una infracción de tránsito. Es un delito que está alimentando la inseguridad en la ciudad”.
Una práctica común que abre la puerta a delitos
La advertencia se sustenta en evidencias concretas: cada vez más hechos delictivos están siendo cometidos por personas que se movilizan en motocicletas sin placas visibles. Desde atracos callejeros hasta homicidios y extorsiones. En muchos casos, las víctimas o testigos no logran identificar las motos por la ausencia de matrícula o por su alteración intencional.
“El encubrimiento de placas impide que las cámaras capten los vehículos. Les facilita a los delincuentes escapar sin dejar rastro. Es un patrón que se repite”, indicó Orozco.
El documento CONPES de Política Criminal 2022–2025 ya plantea que esta conducta debe ser tratada como una prioridad penal. Además, la Corte Suprema ha dejado claro que una placa es un documento público. Ocultarla o alterarla puede configurarse como falsedad marcaria, delito que se castiga con penas de entre 64 y 144 meses de prisión.
La Personería también recordó que la Alerta Temprana 045–18 del Ministerio del Interior ya advertía sobre el uso de motocicletas sin placas como instrumento recurrente en delitos urbanos. Sin embargo, en Santa Marta la práctica se ha normalizado.
“No puede ser que una conducta que facilita el crimen se vea todos los días en las calles y no pase nada. Esto necesita una respuesta inmediata”, insistió el personero.
El llamado es claro: capturar en flagrancia y remitir a Fiscalía a quienes se movilicen con placas manipuladas. Además, pidió a los funcionarios públicos actuar y denunciar cuando detecten estos casos.
Una ciudad expuesta y sin control
La realidad es grave: muchas de las motos que circulan sin placa o con ella cubierta están involucradas en hechos violentos. No es una suposición, es una constante en investigaciones criminales.
El control se ha perdido y la impunidad se ha vuelto costumbre. “Esta práctica está directamente relacionada con el aumento de la delincuencia. La ciudad no puede seguir permitiendo que esto pase frente a los ojos de todos”, concluyó Orozco.
Por ahora, el problema avanza. Las motos sin identificar siguen transitando a toda velocidad, amparadas por la pasividad institucional y la indiferencia ciudadana.
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