La tradicional fiesta del 16 de julio en este sector se salió de control. Jóvenes protagonizaron una noche de violencia que dejó negocios afectados, saqueos y pánico colectivo, sin presencia oportuna de la Policía.

La celebración del Día de la Virgen del Carmen en El Pando, Santa Marta, terminó convertida en una escena de caos, miedo y descontrol. Este miércoles 16 de julio se vivió una noche violenta liderada por grupos de jóvenes que, bajo la excusa de las festividades, desataron disturbios en la Calle 30.

Los problemas no eran nuevos. Desde días previos, residentes y comerciantes de la zona advertían la creciente presencia de jóvenes pateando la tradicional bola de candela y afectando la movilidad. Varios negocios habían optado por cerrar temprano ante el temor de daños. Pero lo ocurrido este miércoles superó todos los límites.

Durante la noche, los disturbios escalaron: los jóvenes no solo se enfrentaban entre ellos o jugaban con fuego, sino que rompieron vidrios de una droguería del sector y saquearon el lugar. También se subieron a un camión de la empresa Air-e, generando momentos de angustia para quienes transitaban o residían en la zona.

Los negocios de comidas rápidas, que suelen ser los más activos en esa franja horaria, se vieron obligados a cerrar apresuradamente ante el temor de ser blanco de ataques. Las pérdidas económicas fueron considerables.

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Lo más grave, según testigos, fue la inexistente presencia de la Policía en el momento más crítico. Solo después de los disturbios se hizo visible la fuerza pública, cuando ya el daño estaba hecho y el temor se había apoderado de la comunidad.

“Esto no fue una fiesta, fue una noche de terror”, dijo uno de los comerciantes afectados.

La comunidad de barrios aledaños exige medidas urgentes, no solo para sancionar a los responsables de los desmanes, sino para evitar que cualquier excusa se convierta en esta zona en una excusa para la violencia y el vandalismo.