En el programa ‘Desnúdate con Eva’, el exsacerdote Alberto Linero habló por primera vez de su vida íntima. Aseguró que vivió el celibato con rigor y defendió el sexo como un don divino. También pidió cambios profundos en la Iglesia.

A los 50 años, Alberto Linero —exsacerdote samario, escritor y panelista de Blu Radio— tuvo su primera experiencia sexual. Lo hizo, según contó, con quien hoy es su esposa: María Alcira Matallana. Y lo dijo sin rodeos: “Con ella, nada más. Nada más la conozco a ella”.

La confesión fue hecha en una entrevista con el programa ‘Desnúdate con Eva’, conducido por la periodista Eva Rey. Allí, Linero no solo habló de su vida íntima, sino que también se pronunció sobre la sexualidad, el celibato obligatorio en la Iglesia católica y el amor desde una perspectiva humana y espiritual.

Durante la charla, Linero sostuvo que vivió su etapa como sacerdote bajo un celibato “voluntario y estricto”. Y añadió que su primer encuentro sexual fue una vivencia plena, consciente y sin culpas. “Estoy seguro de que no es pecado. Es un don de Dios”, afirmó, al defender la sexualidad como una dimensión sagrada de la vida humana.

Su esposa, quien también participó en la entrevista, calificó la experiencia como “un siete sobre diez”, en tono distendido, pero con sinceridad. Linero lo tomó con humor y sin dramatismo. Ambos hablaron de su vínculo con cercanía y sin poses.

Criticas a la iglesia 

En otro momento de la conversación, el exreligioso fue más allá. Criticó abiertamente el celibato obligatorio que impone la Iglesia católica, calificándolo como una norma que está “desfasada” y que desconoce la naturaleza humana de los sacerdotes. “Yo fui célibe de verdad. Entonces el problema no era ese”, dijo. Para él, lo urgente es una reforma que les permita a los religiosos tener una vida afectiva y sexual sana y transparente.

Desde que dejó los hábitos, Linero se ha consolidado como una de las voces más escuchadas en medios y escenarios de reflexión espiritual en Colombia. Con un discurso menos dogmático y más enfocado en la experiencia cotidiana de fe, amor y libertad, ha ganado seguidores que valoran su sinceridad y enfoque humano.

Con esta nueva revelación, Linero sigue rompiendo moldes. Esta vez no desde el púlpito, sino desde su propia historia.