Sandra Castro desmintió que su hermano, hubiera muerto en un atraco. La realidad es aún más desgarradora: fue asesinado tras una disputa por el control del espacio público en el Camellón de la Bahía.

Sandra llegó a la morgue sin poder contener las lágrimas. Aún no comprende cómo una riña de calle, por el derecho a vender en un mismo punto del Camellón de la Bahía, terminó por arrebatarle a su hermano menor, Roquelito Castro Cortés, de apenas 23 años.

“No fue ningún atraco. A mi hermano lo mataron por una pelea que ya venía desde hace semanas”, dice, con rabia contenida, mientras espera los trámites para reclamar el cuerpo.

Roquelito, como todos lo conocían, vendía diferentes productos en la zona turística. Un punto estratégico para el rebusque que, según Sandra, no era bien visto por Darlin Leonardo Márquez Colmenares, un vendedor de mangos de nacionalidad venezolana. “Ese señor le decía que no se pusiera ahí, que ese espacio ya era de él”, denunció.

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La tensión creció con los días. Discusiones, advertencias, amenazas. Hasta que la noche del miércoles 9 de julio todo estalló. Roquelito estaba con compañeros de trabajo en la carrera 1 con calle 11, cerca al parque Bolívar, cuando Márquez Colmenares apareció nuevamente. Esta vez, con un cuchillo.

Testigos aseguran que el extranjero insultó a Roquelito. En segundos, la discusión pasó a los golpes. El arma blanca apareció y fue usada sin contemplación. Dos heridas, una en el cuello, dejaron a Roquelito tendido en el suelo, gravemente herido. Alcanzó a ser trasladado al hospital Julio Méndez Barreneche, pero las lesiones fueron fatales.

El atacante también resultó herido durante la pelea. Fue capturado en una rápida reacción de la Policía y permanece hospitalizado bajo custodia en el mismo centro médico.

Roquelito no solo era un joven que luchaba día a día por salir adelante. Era padre de tres niñas pequeñas, ahora huérfanas. Sandra, clama justicia: “Ese hombre fue egoísta, porque para todos hay espacio. Ahora debe pagar por dejar a tres niñas pequeñas sin su papá”.

La Fiscalía adelanta las investigaciones para judicializar al presunto responsable, mientras la familia exige que este crimen no quede impune.