
Joven psicóloga estaba bailando en una discoteca y murió por bala que la impactó en la cabeza
La mujer de 28 años, recibió el tiro mientras departía dentro de la discoteca Drink en el barrio El Bosque. Las autoridades investigan si fue una bala perdida o un ataque intencional.
Seili Paola De Hoyos Acosta tenía 28 años, era psicóloga, servidora pública y vecina del barrio San Francisco en Cartagena. El fin de semana pasado salió a divertirse con amigos. Horas después, estaba debatiéndose entre la vida y la muerte en una sala de cuidados intensivos.
Un proyectil le atravesó la cabeza a las 4:40 de la mañana, dentro de la discoteca Drink, en el barrio El Bosque. Según testigos, un hombre, presuntamente alterado, disparó al aire dentro del local. Una de esas balas impactó de lleno a Seili.
Herida de gravedad, fue trasladada en un taxi al Hospital Universitario del Caribe. Allí, médicos intentaron salvarle la vida, pero el martes 8 de julio, al mediodía, su cuerpo no resistió más.
¿Tiro al aire o ataque directo?
La Policía Metropolitana de Cartagena confirmó que el disparo ocurrió en un “establecimiento abierto al público” del sector El Refugio y que la principal hipótesis es que se trató de tiros al aire. Sin embargo, no descartan un posible ataque intencional.
Las cámaras de seguridad del lugar ya están en manos de las autoridades, y serán clave para identificar al autor del disparo y determinar cómo ocurrieron realmente los hechos. Por ahora, no hay capturas.
Una pérdida que duele
Seili trabajaba en el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), donde era reconocida por su compromiso profesional y su calidez humana. Era egresada del Tecnológico de Comfenalco.
Sus vecinos aún no comprenden cómo una noche de esparcimiento terminó en una tragedia que enluta a una familia.
“No fue un accidente, fue irresponsabilidad”
La indignación crece entre los ciudadanos que exigen justicia. “No puede ser que alguien dispare en una discoteca como si nada. Eso no es una bala perdida, eso es irresponsabilidad criminal”, expresó una amiga de la víctima.
Mientras tanto, en la casa de sus padres, Liset Acosta y Gilberto De Hoyos, más conocido como “El Polliyo”, solo se respira dolor. El barrio San Francisco la despide entre lágrimas, clamando que este crimen no quede impune.
La investigación sigue en curso, pero la vida de Seili ya no puede recuperarse. Una bala —disparada en medio del caos o la imprudencia— le arrebató el futuro.
PAUTE
AQUÍ
420 px x 450 px
INFO AQUÍ