La violencia que azota al Magdalena llegó hasta la sala de una vivienda en el municipio de Tenerife, donde hombres armados asesinaron a una mujer delante de sus hijos. El crimen estaría relacionado con disputas del narcotráfico, pero aún no hay confirmación oficial.

Janeth Judith Estrada Vizcaíno, conocida por todos en el corregimiento Real del Obispo como “La Flaca”, fue asesinada a sangre fría dentro de su casa.

Tenía 53 años y, según testigos, no alcanzó a reaccionar cuando varios hombres armados irrumpieron violentamente en su vivienda. Frente a sus hijos, la acribillaron.

Los disparos pusieron fin al silencio de la madrugada y en segundos todo fue caos, gritos y desesperación. La escena quedó marcada para siempre en la memoria de sus hijos, quienes, entre lágrimas, suplicaban ayuda y clamaban justicia mientras el cuerpo de su madre yacía en el suelo.

Las autoridades confirmaron que el ataque ocurrió en plena zona rural del municipio de Tenerife, Magdalena, donde la presencia del Estado es mínima y las bandas criminales imponen su ley.

La casa de Janeth quedó acordonada, pero el cuerpo aún permanece allí, porque el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía no ha logrado ingresar debido a las dificultades de acceso y el temor latente por la situación de orden público.

Crimen con antecedentes
Aunque todavía no hay una versión oficial del motivo del asesinato, fuentes extraoficiales indicaron que Janeth había sido capturada el año pasado por delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes. Las autoridades no han confirmado si su pasado judicial tiene conexión con el ataque, pero en la comunidad no se descarta que su muerte esté relacionada con ajustes de cuentas entre organizaciones del crimen organizado.

En Real del Obispo no es la primera vez que ocurre algo así. En medio del conflicto entre estructuras ilegales, las vendettas suelen cobrarse de forma pública y despiadada. Pero esta vez, la brutalidad fue aún más evidente: una mujer ejecutada delante de sus hijos, en el único lugar donde creía estar segura.

Por ahora, la comunidad espera que las autoridades se pronuncien y esclarezcan los móviles del crimen, aunque pocos creen que se hará justicia.

Janeth Estrada se convirtió en otra víctima más de la violencia criminal que no da tregua en los pueblos del Magdalena. Su asesinato dejó más preguntas que respuestas, pero una certeza trágica: ya ni dentro del hogar se puede estar a salvo.