El drama de los seis hijos de la mujer asesinada por su pareja en Taganga 

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Kenet Sierra «El Mono», presunto agresor y padre de los seis pequeños, no ha sido judicializado al encontrarse en la clínica por heridas que se produjo. 

Cuatro niños y dos niñas, perdieron a su madre, asesinada por su propio padre en el sector de Taganga en Santa Marta. 

Astrid de León, su mamá, ya no quería seguir con su pareja sentimental por problemas de todo tipo que llevaron al desamor. Esa decisión le habría costado la vida esta semana. 

Su esposo y padre de las seis criaturas, identificado como Kenet Sierra no soportó la distancia de quien fue por muchos años su mujer y su frustración y celos, lo llevaron a matarla en medio de una discusión.

Según testigo, el femenicida también conocido como ‘El Mono’, un pescador de Taganga de quien se tenía buenas referencias, sorprendió con la acción cruel que cometió contra la madre de sus hijos. 

El hombre tomó un cuchillo y se lo inscrustó a Astrid hasta causarle la muerte; posteriormente se autolesionó para también poner fin a su existencia. 

La mujer aunque alcanzó a ser auxiliada y llevada a un puesto de salud falleció, mientras que el agresor sí logró salvarse en la clínica a la que fue conducido por vecinos. 

De todos modos deberá responder ahora ante la justicia y pagará muchos años de prisión por el homicidio de su pareja sentimental. 

Mientras tanto sus seis hijos quedaron sin papá ni mamá, a cargo ahora del Estado a través del ICBF.

A Astrid de León, una empleada doméstica, la recuerdan por ser una mujer alegre y extrovertida, pero en especial por darle mucho amor a sus hijos, a quienes veía como la luz de sus ojos. 

Precisamente por ellos decidió dejar su vida en Venezuela y venirse a vivir a Colombia, en busca de mejores oportunidades para su familia. No obstante los problemas comenzaron con Kener, y los sueños de éxito en un país distinto al suyo terminaron en frustración y tragedia. 

Con lágrimas en los ojos y el corazón lleno de dolor, la comunidad se une para brindar apoyo a estos seis niños que ahora enfrentan un futuro incierto. La ausencia de sus padres deja un vacío imposible de llenar, mientras la sociedad se pregunta cómo pueden recuperarse estos pequeños del trauma y la pérdida que han experimentado.