Frente al aumento en tarifas de energía, residencias solo habilitan ventiladores, lo que afecta la experiencia de los usuarios.
La ola de calor que se siente en ciudades como Santa Marta y Barranquilla y que llega en algunos casos a los 40 grados centígrados, casi que obliga a los ciudadanos a tener aire acondicionado durante gran parte del día.
Sin embargo, las elevadas tarifas de energía restringen que se haga uso de este elemento. Tal es el caso de los moteles, que se han visto obligados a cobrar una cuota extra para brindar el servicio.
Aclaran que el servicio básico solo incluye ventiladores, lo que perjudica a los clientes y a propietarios, pues el flujo de gente disminuye al no tener el aire acondicionado.
Los visitantes se enfrentan a una realidad incómoda, ya que al encuentro entre las parejas se suma una ruidosa y no tan refrescante compañía, convirtiendo una habitación en un horno.
Los propietarios sufren el aumento en tarifa
Por su parte, los dueños de las residencias llegan a gastar más dinero en energía que en el pago de otros gastos que tienen los establecimientos.
“Realmente tiene que sacrificar una buena experiencia porque tiene que prestar un servicio con abanico, el tema con los aires es que un aire consume casi 10 veces que lo que consume un abanico y la persona, por la tarifa más alta, prefiere sacrificarse y tomar una habitación con abanico”, dijo Emilio Rodríguez, líder de la Asociación Residencias y Moteles (Asoremo).
Por el momento, clientes y propietarios de los moteles se deben adaptar a la realidad inmediata, mientras se encuentra una solución de fondo al problema económico.
