El caso de la mujer, inicialmente tratado como un infarto, se convirtió en una investigación por feminicidio. El presunto responsable fue capturado, pero la víctima permanece sin ser reconocida por su familia.

Glendy Maybeli Esquivel, de 32 años, fue hallada muerta el pasado 31 de mayo en el interior de un motel ubicado en la zona 1 de Quetzaltenango, Guatemala.

Aunque en un principio se reportó que su muerte fue producto de un infarto fulminante, una revisión forense posterior reveló signos de violencia que derivaron en una investigación por presunto feminicidio.

El caso tomó mayor drama cuando el esposo de la víctima, tras ser notificado del deceso, se negó a reclamar el cuerpo argumentando supuesta infidelidad.

Esta decisión no solo ha impedido que Glendy recibiera un sepelio digno, sino que dejó a las autoridades sin familiares directos que asumieran la responsabilidad legal sobre los restos.

El cuerpo continúa bajo custodia del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), a la espera de algún reclamante.

La captura del presunto femenicida

La investigación avanzó durante los días siguientes y permitió identificar a Wilder Reginaldo Alejandro López como el principal sospechoso del crimen. La orden de captura fue emitida el viernes 7 de junio y ejecutada al día siguiente por las fuerzas de seguridad. Las autoridades indicaron que lograron recolectar pruebas determinantes que vinculan al detenido con la muerte violenta de la mujer.

Glendy Esquivel, originaria del departamento de Chiquimula, había ingresado al motel en compañía del ahora capturado. Desde entonces, su caso ha causado conmoción en la opinión pública, tanto por la brutalidad del presunto crimen como por el abandono que ha enfrentado incluso después de su muerte.

El Ministerio Público continúa con la investigación bajo la hipótesis de un femenicidio, mientras hace un llamado a los familiares de la víctima para que acudan a las autoridades y se hagan cargo de los trámites correspondientes.