El delantero fue desconvocado. Rumores indican que se debería por su comportamiento y peleas internas. Lo cierto es que el delantero hasta ahora aporta más polémica que fútbol a la Tricolor.

La Selección Colombia no solo enfrenta a Argentina este martes en un partido decisivo de las Eliminatorias al Mundial 2026. También libra una batalla interna, invisible en la cancha pero ruidosa en redes, en la que el nombre de Jhon Jader Durán ha pasado de promesa a polémica.

Este sábado, la Federación Colombiana de Fútbol anunció la desconvocatoria del delantero del Al-Nassr, atribuyéndola a una “recidiva del dolor lumbar” que le impediría estar apto para el crucial encuentro ante la albiceleste. Hasta ahí, un parte médico más. Pero el verdadero terremoto no estaba en la espalda de Durán, sino en los pasillos del camerino.

Desde el empate sin goles ante Perú, el pasado viernes en Barranquilla, comenzaron a correr versiones sobre un fuerte altercado entre Durán y algunos de sus compañeros. Incluso se llegó a decir que Jefferson Lerma tuvo que intervenir para calmar al atacante, en un episodio que, de ser cierto, habría sacudido la armonía interna del equipo.

Que no lo convoquen más

Las redes sociales no tardaron en encenderse. «Le quedó grande la camisa de Colombia», escribió un usuario en X (antes Twitter), mientras otros pidieron que no se le volviera a convocar hasta que demostrara madurez. Los rumores se esparcieron como fuego en campo seco, alimentados por el historial de actitudes impulsivas que algunos le atribuyen al joven atacante.

Frente al vendaval de versiones, salieron al paso los protagonistas. El técnico Néstor Lorenzo, visiblemente molesto, desmintió los rumores de peleas y defendió la unidad del grupo:

“No puedo creer que haya tanta mala leche, tanta maldad, inventar cosas inexistentes. No pasó absolutamente nada. El grupo está bien y está fuerte”, afirmó.

James Rodríguez, capitán del equipo, también se pronunció:

“Todo lo que se dice es totalmente falso. Al contrario, todos estamos unidos, así tenemos que estar y dejar de meter, como se dice, tanta mier…”.

Incluso el propio Durán dio la cara y negó las acusaciones:

“Nadie habló con nadie. Hay que decir cosas dentro del campo, pero no inventar. Ojalá la persona que dijo eso tenga la personalidad para desmentirlo”.

A pesar de estas declaraciones, el eco de la desconfianza no se ha disipado. El hecho de que Durán haya sido el centro de los rumores, sumado a su bajo rendimiento ante Perú, deja una nube de dudas sobre su presente con la selección.

¿Molestia física o crisis de actitud? ¿Recuperación médica o decisión técnica encubierta?
Lo cierto es que, más allá de diagnósticos o versiones oficiales, Durán ha quedado fuera del partido más importante del ciclo.

Y quizás, también, más lejos de una camiseta que muchos creen que aún no valora como debería.

En la antesala del duelo contra Argentina, la Selección Colombia se prepara en medio del ruido. Un ruido que no proviene de la tribuna, sino de un vestuario donde, con o sin conflictos, ya hay una baja sensible… y un ambiente que pide goles y no excusas.