Aunque se ganaba la vida cantando en las calles, los vecinos de Ciudad Equidad lo habían denunciado desde 2021 por conductas inapropiadas. Este sábado, su cuerpo fue hallado en un cerro de Santa Rosalía.

A Kike o Kaleth, como lo conocían en las calles de Santa Marta, ya lo habían advertido. Desde 2021, varios vecinos de Ciudad Equidad habían denunciado su comportamiento inapropiado incluso con menores de edad.

Decían que no era simplemente un joven con retraso o alguien que pedía monedas cantando: lo acusaban de prácticas abusivas e inadecuadas, que generaron incomodidad y temor en la comunidad, especialmente en las niñas.

En febrero de ese año, una cámara lo captó en una situación comprometedora tocándose sus partes íntimas en plena calle. En noviembre, reincidió. Esa vez, varios vecinos lo sorprendieron haciendo tocamientos a una niña de 6 años y decidieron hacer justicia por mano propia: lo golpearon brutalmente. La Policía llegó a tiempo y evitó que lo mataran a puños y palos. Sin embargo, tras el procedimiento, Kaleth fue dejado en libertad.

Durante un tiempo volvió a la rutina de cantar en buses, calles o esquinas. Pero, según algunos testimonios, su comportamiento no cambió. Seguía molestando, provocando y actuando de forma indebida, según afirmaban quienes compartían el mismo sector. Era un secreto a voces: todos sabían quién era, y muchos ya no lo querían cerca.

Este sábado, su historia terminó de forma violenta. El cuerpo de Kaleth fue hallado en un cerro del sector de Santa Rosalía, al parecer llevado allí a la fuerza. Lo mataron con piedras hasta dejarlo inconsciente y luego lo degollaron con un machete. Una escena brutal que marca el fin de una historia marcada por el rechazo, la advertencia, la impunidad… y la venganza.

Las autoridades investigan. No se sabe quién lo llevó hasta ese lugar ni quién ejecutó el crimen. Pero en Ciudad Equidad, el rumor se repite en voz baja: “ya le habían dicho que lo iban a matar por abusivo”. Y así fue.