El municipio del Magdalena atraviesa una grave crisis de seguridad tras una ola de asesinatos cometidos por sicarios. Las autoridades investigan una posible disputa entre estructuras delincuenciales por el control del territorio.

En Fundación, Magdalena, los días transcurren entre el miedo y la incertidumbre. La tranquilidad de sus calles ha sido interrumpida por una secuencia de asesinatos que, en apenas tres días, dejó cuatro víctimas mortales.

Todos los casos presentan el mismo patrón: víctimas seleccionadas, sicarios en motocicleta, disparos certeros y ejecuciones en espacios públicos.

La serie de crímenes comenzó el martes 4 de junio. Ese día, Wilson Lara, conocido como ‘Encho’ y de 60 años, fue blanco de un atentado armado. Aunque alcanzó a ser trasladado a un centro médico, no sobrevivió.

24 horas después, la violencia volvió a sacudir al barrio Juan XXIII. Allí, Leonard Liñán Morrón, un mototaxista de 29 años, fue atacado por dos hombres armados que se movilizaban en moto. El joven falleció en el lugar.

El jueves 5 de junio fue el día más sangriento. En menos de seis horas se registraron dos asesinatos. El primero ocurrió en pleno centro del municipio, donde Neil Pertúz, conductor de transporte intermunicipal, fue baleado por sicarios. Aunque recibió atención médica, murió minutos después. Más tarde, en el mismo barrio Juan XXIII, fue asesinado Adán Barcinilla dentro de una vivienda. Recibió varios impactos de bala y murió en el acto.

La secuencia de estos homicidios ha encendido las alarmas de las autoridades. Aunque los móviles aún están bajo investigación, la hipótesis más fuerte apunta a una confrontación entre bandas criminales por el control de rentas ilegales en el municipio.

Frente a la situación, las autoridades locales anunciaron el refuerzo del pie de fuerza y un trabajo articulado con la Fiscalía para esclarecer los hechos. Sin embargo, hasta el momento no se han registrado capturas ni avances significativos en las investigaciones.