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Roberta, el milagro de Pescaíto: la niña herida en atentado criminal se recupera satisfactoriamente


Pasó de tener escasas probabilidades de sobrevivir a dejar la UCI por su recuperación milagrosa. Su familia y toda Santa Marta hablan de un acto divino que salvó a la pequeña.

Roberta Rivera Farelo, una niña de 9 años, ya no es solo una víctima inocente de una bala perdida. Hoy, para su familia y muchos en Santa Marta, es un testimonio viviente de fe y milagros.

El lunes festivo, durante un atentado armado en el barrio Pescaíto, Roberta fue alcanzada por un proyectil. Llegó a la clínica en estado crítico, y los médicos fueron claros: su situación era grave, sus posibilidades de vida mínimas. La ciencia no ofrecía esperanzas.

Pero mientras el cuerpo médico hacía lo humanamente posible, su familia se aferró a algo más poderoso: la fe. Afuera, su padre oraba sin descanso. En redes sociales, vecinos y desconocidos formaron una cadena de oración. “El Señor tiene un gran propósito con Roberta”, repetían.

Y ese propósito se manifestó. Contra todo pronóstico, el corazón de Roberta resistió. Su cuerpo respondió. Lo que parecía un final trágico se convirtió en una historia de esperanza. “Hoy el Señor hace el milagro y nos saca victoriosos, hija hermosa”, expresó su padre entre lágrimas.

Este jueves, la niña será dada de alta de la Unidad de Cuidados Intensivos. Ya habla, sonríe y se recupera con la fuerza que solo un milagro puede explicar.

Su historia ha tocado a toda una ciudad. No solo por el drama vivido, sino por la fuerza que representa su recuperación. Roberta, frágil y valiente, venció a la muerte. Y con ella, venció también la desesperanza de muchos que hoy creen con más fuerza.

Mientras las autoridades siguen tras los responsables del atentado, Santa Marta se aferra a lo único que hoy importa: la vida de Roberta, que sigue brillando.


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