Lo citaron para un dinero, pero lo recibieron a tiros: el brutal crimen de un prestamista en Ciénaga


El crimen de Jaime David Linero, un hombre trabajador y querido por su comunidad, ha conmocionado a Santa Marta. Había ido a cobrar un dinero en Ciénaga cuando fue interceptado por sicarios. Murió antes de llegar al hospital.

Jaime David Linero no volvió a casa. Lo que parecía ser otro día de diligencias para él, terminó convertido en tragedia. El hombre, oriundo del barrio El Parque en Santa Marta, dedicado a prestar dinero al interés, fue asesinado a tiros en la urbanización Ciénaga Grande, en el municipio de Ciénaga.

Su muerte no solo fue repentina, sino brutal. Según relataron allegados, Jaime había hecho un préstamo alto que le generó problemas: el deudor no le quería pagar, le ponía fechas, pedía plazos y al final nunca cumplía. Finalmente, le dijeron que le pagarían, pero que debía ir hasta Ciénaga a recibir el dinero.

Confiado y en busca de lo que era suyo, Jaime emprendió el viaje. Pero al llegar a la urbanización Ciénaga Grande, sujetos en motocicleta lo abordaron. No le dieron tiempo de nada. Le dispararon varias veces, sin ofrecerle ni una posibilidad de defenderse. Los tiros fueron certeros y despiadados, hasta asegurarse de que no sobreviviera.

Aunque fue auxiliado y trasladado al hospital San Cristóbal, los médicos solo pudieron confirmar que había llegado sin signos vitales. Tenía múltiples heridas de bala.

Dolor e impotencia en sus allegados

La noticia cayó como un balde de agua fría entre sus familiares, amigos y vecinos, quienes no solo lamentan su pérdida, sino que aún no logran asimilar que Jaime haya muerto de esa manera. Las redes sociales se llenaron de mensajes de dolor:

“Todavía no me las creo hermanito de mi corazón, se me llevaron un pedazo de mi contigo… tú no le hacías daño a nadie mi rey, siempre fuiste esa persona alegre, amorosa… Dios te tenga en su santo reino.”

“Joda mi gran amigo, que Dios te reciba con amor en su santo reino, dejas un gran vacío en nuestros corazones, Jaime David Linero, te vamos a extrañar un montón.”

Lo recuerdan como un buen hijo, buen amigo, buen vecino y un hombre que solo quería trabajar. Jugaba fútbol, compartía con sus amigos y nunca mostraba señales de miedo. Había conseguido un préstamo bancario importante y decidió usar ese capital para dedicarse a prestar dinero a interés, un negocio con el que sostenía su vida.

En sus redes sociales, incluso circula un video suyo con un mensaje que hoy suena como testimonio de vida:

“¿Cansado de trabajar? Al contrario, todos los días salgo a hacerlo con más motivación. Uno tiene que procurar ser cada día mejor persona y mejor trabajador. Esmerarse en lo que estás haciendo. Hacerlo de corazón y todo.”

Lo único claro es que Jaime David fue a cobrar una deuda y no volvió. Las autoridades investigan si su homicidio está directamente relacionado con el préstamo o si hay otros móviles detrás del crimen. Pero mientras tanto, su familia solo tiene una certeza: lo asesinaron sin piedad cuando solo buscaba lo que era suyo.


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