La víctima desapareció en septiembre de 2023. Su cuerpo fue hallado enterrado en una finca del Atlántico casi 20 meses después. Las autoridades señalan como principal sospechoso a su expareja.

Durante casi dos años, la familia de Wilmary Carolina Guerra Montilla vivió una pesadilla sin respuestas. Cada día que pasaba sin noticias aumentaba la angustia, el miedo y la impotencia. El 22 de mayo de 2025, el hallazgo de un cuerpo enterrado en una finca del Atlántico puso fin a la incertidumbre, pero abrió una herida mucho más profunda: Wilmary había sido asesinada.

La joven venezolana, de 32 años, desapareció el 18 de septiembre de 2023. Salió del municipio de Malambo con destino a una finca y nunca regresó. Su nombre pasó a engrosar la lista de mujeres desaparecidas en Colombia, mientras su familia emprendía una lucha silenciosa entre denuncias, carteles y llamadas que jamás fueron contestadas.

La finca Las Palmitas, ubicada en zona rural del municipio de Manatí, fue el escenario final del horror. Allí, miembros del Gaula Militar, con apoyo de expertos forenses del CTI, hallaron un cuerpo enterrado. Las pruebas confirmaron que se trataba de Wilmary.

Lea también : Hermanos salieron a vender guineo y aparecieron muertos con signos de violencia y letrero intimidante

Las investigaciones apuntan a un nombre que ya estaba presente desde el principio: Franklin Jesús Trillos Yance, expareja de la víctima. Según una fuente judicial, Trillos, de 32 años, tiene antecedentes por violencia intrafamiliar y lesiones personales. Para la familia, siempre fue el principal sospechoso. Para las autoridades, ahora también lo es.

Trillos está prófugo. El tiempo corre, y mientras la justicia intenta alcanzarlo, la historia de Wilmary se convierte en otro caso doloroso de feminicidio que pudo haberse evitado. Sus familiares, que nunca dejaron de buscarla, ahora claman por justicia.

Wilmary no desapareció. A Wilmary la desapareciero