El sacerdote se niega atender la orden del obispo y ha convocado para este martes una eucaristía especial.
El padre Hernando Fagid Álvarez Yacud ha dejado claro que no está dispuesto a ceder ante lo que él llama «caprichos» de monseñor José Mario Bacci Trespalacios y que solo abandonará el cementerio San Miguel por orden judicial, no eclesiástica.
La Diócesis de Santa Marta emitió un comunicado de prensa este martes, detallando las razones detrás del traslado del padre Fagid de ese lugar y su subsiguiente suspensión de sus labores sacerdotales.
La iglesia lamenta la desobediencia del presbítero, quien no solo se negó a ser reubicado en otro lugar, sino que desafió al obispo, creando un nuevo organismo civil para operar independientemente el Cementerio y mantener su ministerio en la capilla del mismo.
Ante esta posición, la Diócesis continuó con el proceso, nombrando al Padre Armando Echeona Melo como sucesor del Padre Álvarez Yacud y designándolo Director provisional de la Fundación Juan Pablo Segundo, encargada de la gestión del cementerio San Miguel.
El 22 de marzo de 2024, se notificó al padre Fagid sobre una diligencia de empalme programada para el 2 de abril, la cual no pudo realizarse debido a su ausencia.
La iglesia explicó que todas estas acciones se llevan a cabo “por necesidades pastorales y administrativas, con el objetivo de proporcionar el cuidado pastoral necesario a los fieles de la Diócesis de Santa Marta”.
Recordó que la suspensión canónica del padre Fagid implica la prohibición de celebrar sacramentos y actos de potestad de régimen, excepto en casos de fieles en peligro de muerte.
A pesar de todo, el padre, en un gesto de inconformidad y rebeldía, invitó a sus fieles a asistir a la misa que oficiará este martes a las 5 de la tarde, desafiando así a la iglesia católica.
Los feligreses se preguntan ¿cuál es la razón que ha mantenido al padre Fagid en una posición de enfrentamiento contra la Diócesis con tal de no abandonar la capilla del cementerio? El sacerdote, a pesar de los cuestionamientos que ha recibido de manera constante, dice que “estoy libre de pecado y he actuado conforme a mi fe y mandato de Dios”.
Lo cierto es que el cura ha expresado que el 95% del cementerio pertenece a particulares y no a la Diócesis de Santa Marta, y son esos propietarios quienes, a través de más de 1500 firmas, lo han respaldado para que continúe administrándolo, debido, a que gracias a su gestión se ha mantenido organizado y en óptimas condiciones.