La mujer fue hallada muerta en su casa del barrio San Juan, en Guacamayal. Las autoridades no descartan que su muerte haya sido provocada para simular un suicidio.

A María Isabel Sosa Cabeza, de 47 años, la encontraron colgada en su propia habitación. Había discutido con su pareja sentimental horas antes. Ahora, su muerte divide a los investigadores entre dos caminos: el suicidio o un posible homicidio encubierto.

Según versiones recogidas por sus allegados, el pasado viernes sostuvo una acalorada discusión con su esposo. Después de eso, no se supo más de ella. Familiares preocupados intentaron comunicarse, sin obtener respuesta.

Decidieron ir a su vivienda, ubicada en el barrio San Juan. Al llegar descubrieron que María Isabel estaba colgaba sin vida en su cuarto.

El dolor se mezcló con la confusión. ¿Qué ocurrió realmente dentro de esas cuatro paredes? Las autoridades llegaron para realizar el levantamiento del cuerpo y desde entonces mantienen abiertas todas las líneas de investigación. Aunque los indicios podrían apuntar a un suicidio, no se descarta la posibilidad de un feminicidio simulado.

La inspección forense y los testimonios serán claves. Los investigadores intentan reconstruir las últimas horas de vida de María Isabel, conocer su estado emocional, y, sobre todo, esclarecer si alguien más tuvo que ver en su trágico final.

“Queremos saber la verdad”, dicen sus vecinos y familiares. Porque detrás de cada muerte hay una historia y una razón.