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Le robaron su negocio, su sustento y su ilusión: la dura historia de Yoelis


A pocos meses de abrir su restaurante, una mujer humilde perdió todo a manos de ladrones. El robo no solo le quitó sus pertenencias, sino también su única fuente de ingresos.

Yoelis Ramírez creyó que este sábado sería uno de esos días buenos. Se levantó temprano, se arregló con ilusión y caminó hacia su pequeño restaurante ubicado en la Avenida del Río, con la esperanza de recibir a sus clientes, servir sus platos y hacer una buena jornada de ventas. Pero lo que encontró al llegar fue un golpe directo al corazón: su local vacío, devastado por la delincuencia. Todo había desaparecido.

“Cuando abrí la puerta y vi que no había nada… me desplomé. Me dejaron sin nada”, dijo entre lágrimas.

Los ladrones no tuvieron piedad. Se llevaron todo: un televisor de 55 pulgadas, las ollas con las que cocinaba a diario, la licuadora que usaba para preparar jugos, las sillas donde sus clientes se sentaban a almorzar y compartir una charla. Todo fue arrasado. Todo.

Yoelis es una mujer humilde y trabajadora. Durante meses había ahorrado, soñado y luchado para abrir ese restaurante que representaba más que un negocio: era su esperanza de salir adelante. Estaba feliz porque había logrado poner en marcha su emprendimiento, y hasta había asumido una deuda en el banco con la confianza de que podría pagarla con las ganancias. Pero ahora, no tiene con qué responder.

“No sé qué voy a hacer. Esto era mi sustento, y ahora solo tengo deudas y tristeza”, cuenta, sin poder contener el llanto.

Lo más doloroso para ella no es solo la pérdida material, sino la sensación de impotencia. La ilusión de tener su propio negocio, de ganarse la vida con esfuerzo honesto, fue arrebatada por quienes decidieron destruir su sueño. Hoy, con el alma en pedazos, hace un llamado a los delincuentes:

“Si tienen algo de corazón, devuélvanme mis cosas. Esto no se le hace a nadie”.

Yoelis no busca venganza, solo quiere recuperar un poco de lo que le fue robado: su medio de vida, su dignidad, su tranquilidad.


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