El cabildante expulsado y señalado como traicionero en Fuerza Ciudadana, en aparente estado de embriaguez, se enfrentó con un vigilante, bloqueó el ingreso vehicular y se negó a acatar las normas del lugar.

El concejal Juan David Vergel, expulsado del movimiento Fuerza Ciudadana, protagonizó un vergonzoso altercado en la entrada de la Marina Internacional de Santa Marta al final de la tarde, tras pasar el día en un yate junto a varios amigos.

Según testigos, Vergel regresó en aparente estado de embriaguez y, molesto por unas reglas internas del lugar —aún no esclarecidas—, se negó a mover su vehículo de la entrada principal, generando un trancón de vehículos y enfrentándose verbalmente con el vigilante de turno.

El funcionario, lejos de calmar los ánimos, habría elevado el tono de su voz, asegurando ser “una persona conocida” en Santa Marta y alegando que había votado por el grupo Davila, en referencia al reconocido conglomerado empresarial propietario de la Marina y la firma Daabón.

—“Yo voté con Davila”— insistía Juana Vergel, sin mostrar disposición alguna a colaborar con el control de acceso ni a retirar su vehículo del paso.

El vigilante intentó mediar, pero fue desoído. La escena, presenciada por decenas de personas, se tornó incómoda y tensa, sobre todo al ver que el concejal utilizaba su investidura como argumento para desobedecer normas básicas de comportamiento.

Aunque no hubo intervención de la Policía, algunos testigos registraron lo ocurrido en videos que ya circulan en redes sociales y han generado múltiples reacciones de rechazo. 

El concejal el año pasado fue expulsado al ser calificado como traicionero por el grupo político Fuerza Ciudadana.

Una vez más, la autoridad elegida por voto popular queda expuesta por comportamientos que contradicen el ejemplo y la ética que la ciudadanía espera de sus representantes.