Plata del alumbrado público de Santa Marta se gasta en viajes, comidas y lujos del operador

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Mientras el sistema de luminarias está cada vez más obsoleto, la empresa encargada derrocha los recursos a su antojo con la complicidad de la Essmar y la Alcaldía.

Santa Marta no solo sufre por el mal servicio de agua y luz, sino también por el alumbrado público, el cual, pese a que los ciudadanos pagan obligatoriamente en sus facturas de energía, no reciben de manera adecuada y tienen el sistema de luminaria más obsoleto y precario del país en comparación con otras ciudades.

Las inversiones en la evolución y mejora de lámparas y la infraestructura en general en las calles son nulas, y la razón de este rezago obedece al festín que desde 2019 viene teniendo la empresa Conlus con estos recursos, que por ley tienen una destinación específica.

La Personería, basada en una investigación exhaustiva, detectó lo que hasta ahora había sido ignorado por la Alcaldía y la Essmar, que deberían ejercer vigilancia sobre este contrato. Conlus utilizó todo este tiempo el millonario recaudo para gastarlo a su antojo, olvidando sus obligaciones y responsabilidades en la operación del alumbrado.

El Personero Edward Orozco ha señalado que, “en lugar de invertirse en mejoras y renovación de luminarias, se han destinado a gastos excesivos en viajes, comida y lujos”.

El Ministerio Público precisó que, de un recaudo de $182.555.788.706 entre 2019 y 2023, quedaron libres $51.758.625.770, que debían destinarse al sistema de alumbrado público, pero no fue así. Por el contrario, los hallazgos revelan pagos dobles por los mismos servicios, contratación de personal, pago de deudas de Essmar y otros gastos sorprendentes como alquiler de oficinas y camionetas blindadas, pago de salud y compras de anchetas navideñas, botellas de licor y otros gastos innecesarios.

El Personero ha anunciado que se han enviado copias de los hallazgos a la Fiscalía General de la Nación, Contraloría Distrital, Procuraduría General de la Nación y al Personero Delegado para la Vigilancia Administrativa y Asuntos Disciplinarios. Orozco cuestiona la falta de supervisión y vigilancia por parte de la alcaldía y Essmar, dándole toda la libertad a Conlus para que haga con el dinero de los usuarios lo que se le venga en gana.

Estos hallazgos podrían ser solo la punta del iceberg de la malversación de fondos públicos, y los responsables, incluidos exgerentes de Essmar, deberán rendir cuentas por sus acciones.