Iba caminando cuando unos sicarios lo atacaron a tiros. Quedó sin vida afuera de una vivienda.

Adrián Miguel Meza Durán de 26 años no alcanzó a dar muchos pasos fuera de su casa. La tarde del martes, en el sector de Aeromar en Santa Marta, lo interceptaron dos hombres en moto y lo balearon sin piedad. Le dispararon por la espalda y lo dejaron tendido en el suelo, justo frente a una vivienda por la que caminaba.

Murió en el acto.

El sonido de los disparos alertó a los vecinos. Minutos después, su familia llegó corriendo, desesperada.

Lo encontraron inerte, boca abajo, sin vida. Lo abrazaron con lágrimas, con gritos, con incredulidad. Adrián también conocido como Pimpollo, un joven que vivía en ese mismo sector, acababa de salir y no volvió.

Los asesinos huyeron y hasta ahora no hay rastro de ellos. En Aeromar solo quedó el eco del llanto, la rabia de los vecinos y la silueta del cuerpo sobre el pavimento caliente. Otra muerte joven, otro crimen sin respuestas.